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atentado de eta en mallorca

Madrid intenta tranquilizar a los turistas europeos pero mantiene Mallorca bajo estado de alerta

La hipótesis de que los autores del atentado del jueves continúan en Mallorca «ocultos en un piso franco», según difundió el delegados del Gobierno español en Illes Balears, dio lugar ayer a que algunos medios de comunicación hablaran de «auténtico estado de excepción». No obstante, las embajadas españolas intentan tranquilizar a los gobiernos de aquellos países que más turistas envían a las costas mediterráneas durante el periodo estival.

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GARA | DONOSTIA

Los datos transmitidos ayer por fuentes policiales a los medios de comunicación crearon cierta confusión sobre cómo se llevó a cabo el atentado que costó la vida dos agentes cuando se encontraban en un Nissan Patrol junto a uno de los cuarteles que la Guardia Civil ocupa en Palmanova, un gran complejo turístico en la costa mallorquina próximo a la capital de la isla.

Aunque el jueves el delegado del Gobierno español en Illes Balears, Ramón Socías, afirmó que se trató de una bomba lapa activada a distancia por los autores del atentado y que éstos habrían estado vigilando a los guardias civiles a escasa distancia, ayer varios periódicos españoles especulaban con la posibilidad de que se hubiera tratado de una mochila cargada de explosivos que se dejó junto al lugar («El País») o que la bomba dispusiera de un temporizador. Esta segunda opción fue la que difundieron a última hora de la tarde las agencias Europa Press y Efe.

Según estas fuentes, los artificieros lograron fotografiar la segunda bomba -colocada en otro vehículo de la Guardia Civil- antes de explotarla de forma controlada y comprobaron que era una «lapa» que se activa al movimiento del vehículo, pero esto sucede a partir de que se agote el tiempo programado en el temporizador.

El hecho de que los dos agentes circularan con el vehículo sin que se activase la bomba se debe a que el temporizador estaba activado para liberar el dispositivo de movimiento a partir de una determinada hora de la mañana del jueves. Europa Press añadía que los autores del atentado habrían colocado las dos bombas el miércoles, «con tiempo de sobra para abandonar la isla de Mallorca».

Identificaciones desmentidas

Si las primeras declaraciones del delegado del Gobierno sobre cómo se activó la bomba eran puestas en cuestión por los medios de comunicación, el propio Ramón Socías, afirmó a última hora de la tarde que las FSE no habían identificado aún a los autores, en contra de lo que habían estado difundiendo agencias y periódicos digitales durante toda la jornada.

Muchos de éstos dieron especial relevancia a las fotografías de seis presuntos militantes de ETA que ya eran buscados por las FSE antes de los atentados de esta semana, señalando que habían sido distribuidas por el Ministerio de Interior «coincidiendo» con el 50º aniversario de la fundación de la organización armada. Sin embargo, Socías aseguró que las fuerzas policiales no habían identificado aún a los autores, aunque matizó que «no se descarta ni se confirma» que alguno de esos seis jóvenes vascos hayan participado en los hechos.

Preguntado por el estado de las investigaciones, dijo que hasta que no se tengan conclusiones «no se harán declaraciones para que no sean malinterpretadas» y para «que no den pie a falsos rumores, que después se propagan». Dijo que «el mejor servicio» que se puede hacer es dejar que los expertos examinen los restos para determinar de qué tipo de artefacto se trataba y cómo fue detonado. «Mientras no se sepa nada con certeza, hacer especulaciones es hacer un flaco servicio a la investigación», concluyó.

El turismo, tocado

El fuerte control policial impuesto no sólo está afectando a los veraneantes que ya se encontraban allí antes del atentado, sino también a los que están llegando durante las últimas horas y a los que tenían previsto pasar sus vacaciones en Mallorca durante el mes agosto. Esto está provocando una fuerte preocupación en el sector económico más potente de la isla. Así lo explicaba ayer la agencia francesa AFP: «Los profesionales del turismo, ya tocados por la crisis económica, temen ahora las consecuencias del atentado mortal cometido el jueves por ETA en las Baleares, un destino muy apreciado por los turistas extranjeros golpeado en pleno pico de la actividad estival».

«No se puede negar que este atentado ha sido una ducha fría para el sector», declaró a AFP Pedro Iriondo, presidente de la asociación de agencias de viajes del archipiélago. «Teniendo en cuenta las características insulares de Mallorca, realmente nadie esperaba este atentado», subrayó Iriondo, puntualizando que todavía no se había registrado ninguna anulación de reservas en las agencias. Iriondo indicó que, en este sentido, personalmente se sentía «tranquilo», aunque deploró iniciativas como la de Ministerio británico de Asuntos Exteriores, que el mismo jueves advirtió a sus nacionales, a través de su web en Internet, de la existencia de una «amenaza elevada de terrorismo» en el Estado español.

Las embajadas, activadas

Para intentar contrarrestar ese tipo de advertencias, el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero ha activado a sus embajadas en los principales países europeos emisores de turistas al Estado español, como Alemania y Gran Bretaña, que se han puesto en contacto con sus respectivos gobiernos para trasladarles un mensaje de tranquilidad.

Preguntada sobre este asunto durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, en Madrid, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, apuntó que «no es el momento de hacer comentarios sobre este tema» y dijo estar convencida de que los turistas «saben que nuestras infraestructuras gozan de seguridad; eso es así, así lo ha sido siempre así, y no creo que haya nada más allá de la prudencia que hay que mantener en un tema tan delicado como el tener delante a una banda de asesinos».

Sin embargo, en Mallorca, la Conselleria de Turismo del Govern balear acordó ayer mismo con los representantes del sector la contratación de una empresa especializada en gestión de crisis para realizar actuaciones de comunicación en los principales mercados turísticos.

El conseller Miquel Nadal se reunió con varios representantes del sector para realizar un primer análisis de cómo puede afectar al turismo el atentado de Palmanova. Según informó Efe, durante la reunión se constató que no se han producido cancelaciones ni adelantos de regresos por parte de los turistas, pero el sector manifestó «cierto temor» a que el ritmo de reservas y ventas se ralentice a raíz del atentado.

Lo que nadie puede negar es que la imagen que ofrece ahora la isla dista mucho de la que se espera de un destino turístico. Por ejemplo, una de las crónicas del diario «El Mundo» comenzaba así: «Como si de un estado de excepción se tratase, los agentes de las fuerzas de seguridad han establecido unos férreos controles tanto en el aeropuerto de Palma como en los puertos de la isla para evitar que los terroristas que cometieron ayer [por el jueves] el salvaje atentado que le costó la vida a dos guardias civiles puedan escapar de Mallorca».

El mismo tono era utilizado por el corresponsal de AFP al indicar que «España estaba en alerta roja tras la ofensiva mortal lanzada por ETA para marcar su 50º aniversario, este viernes». «En las carreteras, en los puertos comerciales y de placer, así como en el aeropuerto de Mallorca, un importante dispositivo policial se dejaba notar en la isla mediterránea...», añadía.

También eran notorias las largas colas en las puertas de embarque de Son Sant Joan, bajo un férreo control policial.

Las máximas autoridades del Estado asistieron a los funerales

Aunque ni el jefe del Estado, Juan Carlos de Borbón, ni su esposa acudieron al sepelio por encontrarse de visita oficial en Madeira, la familia real española tuvo una amplia representación en los funerales llevados a cabo ayer en la catedral de Palma. El príncipe heredero, Felipe de Borbón, fue uno de los primeros en visitar la capilla ardiente instalada en el palacio de la Almudaina, también en la capital mallorquina, adonde acudieron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy.

Zapatero condecoró allí a los dos agentes muertos en el atentado del jueves -Diego Salvà y Carlos Sáenz de Tejada- con la Cruz de Oro al mérito de la Guardia Civil, la más alta distinción del instituto armado. Varios medios españoles destacaron que Sáenz de Tejada, de 28 años, «quería ir destinado al País Vasco», que ingresó en la Guardia Civil «con dificultades» y que antes le negaron el acceso a la Policía.

El lehendakari Patxi López llegó a la catedral acompañado de su consejero de Interior, Rodolfo Ares, y de la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín. Durante la concentración de condena que se llevó a cabo ante el ayuntamiento de Palma, López dijo hablar en nombre de «los vascos» al afirmar que «juntos vamos a luchar decididamente» contra ETA y que «hemos asumido la determinación de utilizar todas las herramientas del Estado de Derecho para perseguir y detener a los que cometen crímenes detestables como éstos».

En las cuatro capitales de Hego Euskal Herria también se celebraron concentraciones de condena. A la de Iruñea acudió el presidente navarro, Miguel Sanz, quien comentó que, tras 50 años «clamando por Euskal Herria», ETA ha logrado «sembrar el terror y el dolor para no conseguir ni uno de sus objetivos». GARA

AUSENCIA REAL

Juan Carlos de Borbón expresó su «más firme repulsa y condena» desde la isla de Madeira, donde continuó su agenda oficial antes de viajar hacia Mallorca para pasar sus vacaciones estivales.

SEGURIDAD

La Asociación Unificada de la Guardia Civil solicitará con carácter urgente una reunión a Rubalcaba para analizar la situación y aumentar las medidas de seguridad en torno a los cuarteles.

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