Algunos expertos en sus paseos botánicos por el parquet de las bolsas del mundo han visto, con lupas frente a los ojos, crecer los primeros brotes verdes. Qué astucia y qué capacidad de observación demuestran. Y yo, fíjense, que leyendo informes como el publicado por GRAIN a simple vista veo brotes, tallos, trocos y bosques enormes, verdes, pero que muy verdes. (...)

Algunas notas del cuaderno de campo: «Cargill, la comercializadora de granos más grande del mundo, reportó para el año 2008 un incremento de sus ganancias de cerca del 70 por ciento con respecto a 2007. Wilmar International, una de las mayores productoras y comercializadoras de aceite de palma del mundo obtuvo un incremento de algo más del séxtuplo en los dos últimos años. El conglomerado de agronegocios más importante de Asia, Charoen Pokphand, que por ahora es el primer productor mundial de alimento para ganado animal y de langostinos y el segundo productor avícola del mundo incrementó en un 145 por ciento sus beneficios en el último año. Las ganancias de Nestlé del 2008 subieron un impresionante 59 por ciento, y el incremento de Unilever se acercó al 38 por ciento.»

Conclusiones de la exploración: Durante este periodo de fuerte recesión económica acompañado de la crisis alimentaria resulta que, precisamente las corporaciones de la agroindustria con su control de la alimentación mundial, viven en una primavera prodigiosa. Se podría pensar entonces que las y los agricultores en la base de este negocio también se habrán visto beneficiados. Aunque en general han aumentado los precios que se pagan por su trabajo (...), éstos no compensan el aumento de los precios de los insumos y otros costos de requieren para sus producciones.

Me gusta oír como habla mi amiga Celeste de la República Dominicana, como cuando dice que están pariendo sus tomateras, que su mango parió muchos frutos este año... Árboles y plantas pariendo frutos -madres de la vida- hoy secuestradas por corporaciones diseñadas para «hambrear a muchos y hacer muy ricos a unos pocos».