El responsable de la patronal vasca no divisa una recuperación de la economía real ni de la vasca en un plazo medio y augura un incremento de los expedientes de regulación de empleo para después del verano.

José Guillermo Zubia advirtió en una entrevista concedida a Europa Press de que el incremento del número de expedientes de regulación de empleo (ERE) dependerá de la duración de la crisis, «pero es indudable que su prolongación en el tiempo tendrá consecuencias en todos los ámbitos y, por supuesto en el laboral». Sobre los ERE expresó que «la voluntad es que sean de suspensión, pero probablemente, en muchos casos, también se van a ver abocados a expedientes de regulación de extinción de contrato».

Los datos oficiales confirman que los empresarios de Hego Euskal Herria han optado por los expedientes de regulación de empleo para ahorrar costes económicos y poder mantener un cierto nivel de beneficios económicos. Según la estadística de los gobiernos de Gasteiz e Iruñea, hasta junio de este año 54.902 trabajadores están afectados por expedientes de regulación de empleo. De ellos, alrededor de 2.200 trabajadores ya han perdido su puesto en los seis meses. Es el nivel más elevado desde 1994 en cuanto a los afectados por expedientes.

Zubia añadió que la prolongación de la crisis «está deteriorando» la capacidad económica de «aguante» de las empresas y adelantó que algunos sectores reducirán su actividad entre un 40% y un 50%, lo que es «insostenible».

Austeridad para los convenios

Otro factor negativo que se cierne sobre los trabajadores después del verano es la actitud que los empresarios van a adoptar sobre la política salarial. El secretario general de Confebask pidió al Ejecutivo de Patxi López que «dé ejemplo» a la sociedad con «una política salarial y de todo tipo más austera. Sería bienvenida. La Administración Pública debería dar ejemplo de capacidad de ajuste del gasto y de rigurosidad en el mismo, y esperemos que así lo hagan, no sólo en el terreno retributivo».

A la vista de la actual coyuntura económica, las directrices para la negociación colectiva «deberán responder a la situación de las empresas» que, a juicio de José Guillermo Zubia, es «de extraordinaria gravedad. Por lo tanto, estarán muy próximas al terreno y serán muy austeras». Para el responsable de Confebask, la preocupación va más allá, «se trata de la supervivencia empresarial».

Menos cotizaciones

Respecto al debate sobre la fiscalidad y la posibilidad de aumentar los impuestos a la élite económica, Zubia recordó que la caída de la recaudación es «consecuencia de la reducción de la actividad», y precisó de que un incremento en los impuestos podría causar «justamente el efecto contrario, es decir que deprima aún más la actividad económica y empeore el deterioro de los ingresos públicos».

Para él, «no es bueno, en este período, llevar adelante este tipo de experimentos, ni de un tipo ni de otro. Nos parece más razonable dejarlo como está», precisó. Los empresarios vascos pagan un 17,1% de media efectiva y real en el Impuesto de Sociedades, lejos del 28% al que se les ha rebajado.

Sin embargo, Zubia no se opuso a «algún cambio fiscal dirigido a compensar algún tipo de descargo de costes» en referencia a «una rebaja importante de algunas cotizaciones como la Seguridad Social, con el retoque de algún impuesto».

Por último, reconoció que «es cierto que existen brotes verdes -en relación a un inicio de recuperación de la crisis- pero básicamente se están produciendo en otras economías, sin proyección a la economía real y menos a la economía vasca».