Amateur
Ferrari: «Deseo que se haga la luz y dar el salto a profesionales»
El uruguayo del Caja Rural lleva cuatro años en el pelotón vasco y espera que el triunfo en la Bizkaiko Bira sea «un trampolín».
Unai IRARAGORRI | BILBO
Por cuarto año consecutivo, el uruguayo Fabricio Ferrari (Caja Rural) intenta cumplir su sueño de ser ciclista profesional. Ha hecho méritos de sobra desde que llegó a Euskal Herria en 2006, pero hasta ahora se ha encontrado con las puertas cerradas. Su victoria en la Bizkaiko Bira certificó su calidad y no desespera por dar el salto en 2010.
El pasado fin de semana siguió en la brecha, tercero en Altzo y Oiartzun. «No se puede ganar todos los días, aunque me gusta. No he podido conseguir la victoria, pero siempre estoy cerca, y la temporada va bastante bien». En concreto, ha sumado cinco triunfos: Ororbia, Urraki, Berriatua, Bira y Elgeta y varios puestos más entre los diez primeros.
Su asignatura pendiente era ganar una vuelta y lo hizo a lo grande en la Bira. «Con la victoria en la Bira conseguí lo que buscaba, uno de mis objetivos era ganar una vuelta y se ha cumplido. Esperemos que me sirva para el futuro y que llegue la hora de dar el salto».
«Es una vuelta de prestigio y reconocida, ha servido a muchos como trampolín y espero no ser una excepción», añade.
Una vez más, lleva una temporada brillante, aunque siempre hay algún pero. Es un corredor ambicioso y cuando le preguntamos por una espina clavada es claro: «Cuando hago segundo». En general estoy satisfecho -prosigue-. Quizá en la Vuelta a Navarra todo el equipo lo pudo hacer un poco mejor, se esperaba más. No me salió una buena vuelta. El primer día se nos fue y el resto fuimos a contrapié».
Destaca las 31 victorias del Caja Rural. «Todos los corredores ganan, el equipo no se vuelca en uno solo. Hay un buen compañerismo y mucha unión y así se trabaja más fácil y sale todo mejor. No me puedo quejar; se portan bien y no me falta de nada. Además, coincido con varios compañeros del año pasado».
«Hay mucho valores, unos que ganan y otros que no tanto, pero hay un buen grupo: Rubén García, Rubén Martínez, Lana, Yelko Gómez, Julen González y Bravo». Sobre este último destaca que «no se debería dejar perder. Tiene muchas condiciones y ojalá dé el salto».
De Uruguay recaló en el Azysa en 2006. Los dos años siguientes defendió los colores del Azpiru-Ugarte y en ambos ejercicios ganó el Torneo Euskaldun de la Federación Vasca. Muchas victorias y ramos de flores, pero el reconocimiento en forma de oportunidad de ser profesional no llegó. «El año pasado tenía dudas de seguir, sin embargo, me gusta mucho el ciclismo y por dentro algo me decía que tenía que seguir una temporada más. Llevaba aquí tres años y no había dado el salto, después de estar tanto tiempo fuera de casa, y por eso mismo decidí seguir un año más. Si en 2010 no doy el salto, tendré que pensar en otra cosa.
«No sé qué me falta»
Reconoce que le ha dado «muchas vueltas» a su situación. «No sé qué me falta. Hasta el año pasado me faltaba una vuelta y ya la he ganado, y tengo una regularidad muy notoria. Ahora quizá el problema sea que tengo 24 años... Es difícil cuando vienes de otro país, se mira más por los corredores de la zona».
En cualquier caso es optimista. «Estoy deseando que se haga la luz, yo he he hecho todo lo que está en mi mano. Lo espero ansiadamente, pero trato de no obsesionarme porque puede influir en el rendimiento y entonces no me levantaría a entrenar y sacrificarme».
Espera seguir su buen año desde ayer en la Vuelta a León, y después en la Vuelta a Salamanca, antes de regresar a Uruguay, donde lo esperan sus padres, un hermano y su novia.
Como otros años, Ferrari llegó a Euskal Herria el pasado mes de marzo y regresará a Uruguay en setiembre u octubre. Desde 2006 pasa siete meses que se le hacen largos lejos de su familia.