El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, de viaje a México, aseguró ayer que está dispuesto a firmar el plan del mandatario costarricense Oscar Arias siempre y cuando implique su restitución en el poder. «Esto es una condición sine qua non», subrayó en una comparecencia junto al mandatario mexicano, Felipe Calderón.

«Considero que para que vuelva la paz, para que el país vuelva a disfrutar de la calma que tenía durante mi Gobierno es necesario el retorno de su servidor a la Presidencia de la República, porque es un mandato y una decisión del pueblo hondureño», declaró.

Dijo estar de acuerdo con Arias en lo relativo a «la formación de un gobierno de unidad nacional integrado por diferentes sectores del país» y la aplicación de una amnistía política.

Incidió también en que los golpistas se equivocaron de pueblo, de siglo y de presidente, pero «hoy el pueblo los ha rechazado y aislado».

Zelaya defendió, además, su presencia en Ocotal (Nicaragua) como un gesto de «resistencia pacífica. Mis posiciones han sido más bien que no se utilicen armas y que no se conteste con violencia y barbarie como ellos lo están haciendo con nosotros». Remarcó que el pueblo «tiene derecho a la insurrección para retornar el orden democrático», pero que no debe desembocar en violencia. En la línea de sus anteriores intervenciones, alertó de que lo ocurrido «es un mal indicador para los inicios del siglo XXI y puede descomponer la gobernabilidad en todo el continente».

Por su parte, el presidente mexicano, que recibió a Zelaya con todos los honores en la residencia oficial de Los Pinos, urgió a las partes a buscar una salida. «Hoy más que nunca es imperativo que prevalezca la fuerza del derecho y no el derecho de la fuerza. En nuestros tiempos y en nuestra región, la ruptura del orden constitucional es inaceptable», reiteró.

La Organización de Estados Americanos decidirá hoy si envía una misión integrada por los ministros de Exteriores para «ver si se puede cumplir el Acuerdo de San José».

La Misión Internacional de Solidaridad, Observación y Acompañamiento condenó la muerte el domingo del profesor Martin Florencio Rivera, que recibió 25 puñaladas, presuntamente por parte de agentes de la Policía Nacional.