CRÓNICA El gaztetxe de Barañain, en peligro
La Guardia Civil avisa y el gaztetxe responde al son de Fermin Balentzia
El gaztetxe de Barañain sigue vivo, a pocas horas del ultimatum dado por el alcalde de UPN. Así lo demostraron ayer cientos de personas que se reunieron para disfrutar de la música del cantautor Fermin Balentzia, que aun sin amplificador hizo que su voz llegase a todas esas personas. La presencia intimidatoria de la Guardia Civil se encontró con esa respuesta.
Izaro ARBILLA
Desde que el pasado 21 de julio, el Ayuntamiento de Barañain mandase la carta mediante la que se anunciaba el cierre del gaztetxe, la Plataforma de Colectivos de Barañain se comprometió a participar activamente en las dinámicas que se lleven a cabo los próximos días por la Gazte Asanblada. Así, ayer la txalaparta abría una tarde con programación especial que entra dentro de una campaña preparada para la defensa del local. El primer susto no se hizo esperar. La Guardia Civil acudió a los sones de la txalaparta argumentando que el programa preparado era ilegal y que o se desalojaba la plaza o la desalojarían ellos. Fermin Balentzia les respondería con un cántico.
El plan era celebrar un concierto con el cantautor. En principio se pensó hacerlo dentro del local, pero tras una asamblea se optó por salir a la calle, ante la Guardia Civil que amenazó en los primeros minutos con su material antidisturbios, pero se retiró luego sin más incidentes.
«Ni por vacaciones»
El veterano cantautor ofreció un amplio repertorio. No faltaron «Navarra tiene cadenas», ni «En el 1512...». El publico las coreó y aplaudió, aunque siempre a la expectativa de los movimientos policiales, con la ayuda del buen tiempo, el ambiente festivo y la cerveza fría para todos. No sólo eran jóvenes quienes se acercaron hasta allí, porque el gaztetxe, en realidad, trabaja para todos.
Un lunch hizo que la tarde que había empezado con preocupación concluyera con buen sabor de boca, pese a la incertidumbre que se vive ante la posible perdida de un local que lleva años luchando para salir adelante. No es la primera vez que los jóvenes de Barañain se ven amenazados de quedarse sin gaztetxe. Así, en 2004 el Ayuntamiento intento borrar del mapa el local sin éxito; tras derruir el anterior, se ocupó el actual que todavía sigue vivo.
«El gaztetxe no se cierra ni por vacaciones» y «El gaztetxe se queda» son los mensajes que ocupan la entrada. Vecinos y vecinas de Barañain dan la cara -foto incluida- por el local.
El Ayuntamiento tiene la intención de ofrecer el local a otros posibles colectivos, a lo que la plataforma de colectivos de Barañain ha querido dejar claro que «ningún colectivo de la Plataforma aceptará este local a este precio». El alcalde del pueblo, Jose Antonio Mendive (UPN), puso fecha al día de cierre del local: 5 de agosto, o sea, hoy. La Gazte Asanblada responde «con un espíritu crítico y joven, con la autogestión y el asamblearismo como modelo, animando y dinamizando iniciativas populares buscando siempre alternativas para seguir mejorando el pueblo». La campaña de UPN y PSN contra los locales autogestionados tampoco es nueva. En la mente de todos sigue todavía el Euskal Jai de Alde Zaharra de Iruñea, derruido por iniciativa de su alcaldesa, Yolanda Barcina.