Rasmussen aboga en Kabul por una estrategia que aúne la vía militar y el diálogo
El nuevo secretario general de la OTAN, el danés, Anders Fogh Rasmussen, prometió ayer en Kabul «más esfuerzos militares y civiles» para hacer frente a la insurgencia afgana, en un momento en el que las tropas ocupantes se encuentran en serias dificultades.GARA |
Cuarenta y ocho horas después de su toma de posesión como nuevo secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen efectuaba ayer su primera visita a Afganistán, donde abogó por adoptar una estrategia «más amplia» que no sólo incluya el esfuerzo militar sino también las conversaciones con grupos insurgentes que estén dispuestos a abandonar las armas. En este sentido, consideró que «no hay otra alternativa», por el momento, que la de reforzar los esfuerzos militares.
La visita tuvo lugar a dos semanas de las elecciones presidenciales y provinciales afganas, previstas para el 20 de agosto, y cuando la violencia está alcanzado niveles inéditos desde el comienzo de la invasión liderada por EEUU para derrocar al régimen talibán, a finales de 2001. El incremento de la violencia hace temer una abstención masiva en los comicios y, en consecuencia, unas elecciones, que la comunidad internacional juzga cruciales, muy poco creíbles.
En una rueda de prensa junto al presidente afgano, Hamid Karzai, Rasmussen aseguró que «las fuerzas de la ISAF harán todo lo posible para garantizar la mejor seguridad posible» en las elecciones y, además, reiteró que permanecerán en el país «mientras sea necesario para terminar nuestro trabajo y legar al Gobierno un Afganistán próspero y pacífico».
Única alternativa
Consideró que «no hay otra alternativa en absoluto que continuar y reforzar los esfuerzos militares» en Afganistán, pero mencionó también la opción de conversar con un número limitado grupos insurgentes. Estas negociaciones, matizó, deberían ser lideradas por el Gobierno afgano y llevadas a cabo desde una «posición de fuerza», lo que significa no relajar la fuerza militar de las fuerzas afganas y de la OTAN.
Karzai recogió el guante y dijo que, si es reelegido, su prioridad será «fortalecer y agilizar el proceso de paz», intentando atraer a la mesa de negociaciones a grupos talibán o de la organización integrista Hizb-e-Islami, siempre y cuando «no forman parte» de la red Al Qaeda. Estos grupos siempre han exigido la retirada previa de las tropas extranjeras para abrir cualquier proceso de negociación.
El jefe de la Alianza Atlántica puso también énfasis en la vía militar y la necesidad de transferir de forma gradual responsabilidades a las fuerzas de seguridad afganas, por lo que anunció un nuevo esfuerzo de la OTAN ara entrenar más soldados afganos.
El jefe del grupo del SPD en el Parlamento alemán y ex ministro de Defensa, Peter Struck, calcula que la ocupación de Afganistán, y por lo tanto la presencia del Ejército germano allí, se prolongará otros diez años, por considerar que ese país no está en posición de defenderse por sí mismo.
Al menos cuatro peronas murieron y varias resultaron heridas en un nuevo ataque con misiles perpetrado por un avión no tripulado de EEUU contra la residencia de un familiar de un supuesto líder talibán en la región tribal paquistaní de Waziristán del Sur.