Para demostrar su consternación y su enfado por el fallecimiento de Remi Ayestaran, teniente alcalde de la localidad, comercios, bares y demás establecimientos de Villabona no levantaron ayer sus persianas. Las inactividad fue la tónica durante toda la jornada, así como las numerosas muestras de recuerdo al edil -con carteles, fotografías o crespones- instaladas en las calles. De este modo se unieron al llamamiento de huelga general hecho para la jornada de ayer, para denunciar lo ocurrido el pasado viernes y ofrecer un homenaje a Ayestaran, y que se extendió en forma de paro de una hora de duración al resto de Tolosaldea.

«El pueblo de Villabona ha amanecido hoy con un silencio atronador, que hacía daño en los oídos». Así describió Txelui Moreno, miembro de la izquierda abertzale, la situación que ofrecían las calles de esta localidad guipuzcoana. Era visible que el pueblo se había paralizado para protestar, seis días después de un hecho luctuoso que sigue muy presente dado lo conocida y querida que resultaba la figura de Ayestaran. El joven concejal de la izquierda abertzale sufrió un paro cardíaco después de haber tenido varios enfrentamientos verbales con la Ertzaintza, que había tomado el pueblo para impedir un acto de solidaridad con los presos. Los testigos han denunciado la situación que padeció como «acoso» y la izquierda abertzale liga la muerte a la represión.

Paros en la comarca

Tras la comparecencia de algunos representantes de la izquierda abertzale, a las 12.00 del mediodía más de un centenar de familiares, allegados y amigos de Remi Ayestaran participaron en una concentración silenciosa que tuvo lugar durante un cuarto de hora en frente del Ayuntamiento. Los allí congregados lucían una pancarta con el lema «Remi gogoan zaitugu. Herriak ez du barkatuko!», junto con una ikurriña con crespón negro.

Pero la jornada de protestas se expandió a otras localidades cercanas a Villabona. En la comarca de Tolosaldea habían anunciado paros de una hora, en concreto entre las 12.00 y las 13.00 del mediodía.

El seguimiento a estos llamamientos fue amplio. Por ejemplo, en Ibarra el paro se cumplió en un 80%, y 50 personas se congregaron en una concentración para recordar al vecino de Villabona.

Ya por la tarde, en esta localidad quienes querían expresar su repulsa por esta muerte confluyeron en una manifestación que discurrió de nuevo con una sensación mezcla de pesar y de rabia. Cerca de 800 personas se sumaron a ella, detrás de una pancarta que llevaba el lema «Herriak ez du barkatuko». Entre ellos había familiares de Remi Ayestaran.

Manifestación por la tarde

Al llegar al punto final, uno de sus hermanos tomó la palabra brevemente en el acto final para expresar su agradecimiento por el apoyo recibido y para subrayar que si bien «Remi ha muerto por defender sus ideas», éstas seguirán siendo reivindi- cadas por miles y miles de personas. Un vecino se acercó a los familiares de modo improvisado para hacerles entrega de un ramo de flores.

Con anterioridad, un joven de la localidad intervino para aportar varios datos que reflejan que la represión es una constante en Villabona, como en el resto de localidades vascas. Subrayó que «la raíz del problema es que los derechos de este pueblo están pisoteados» y denunció que el PSOE ha hecho una apuesta por la represión que no traerá resultados positivos pero que deja dramas como la muerte de Ayestaran.

La marcha se había iniciado en la plaza de la localidad y concluyó en el mismo punto después de recorrer el centro del pueblo. No faltaron algunos momentos de tensión, sobre todo cuando varias furgonetas de la Ertzaintza pasaron por el centro del recorrido.

Tras llegar al final y concluir las intervenciones, la Policía autonómica volvió a aparecer por Villabona y a dar varias vueltas por la localidad que hicieron temer que se produjeran incidentes. En torno a las 20.00 volvieron a marcharse.