Fútbol internacional | Comienza la competición en Alemania
Baile de técnicos para una igualada Bundesliga
En medio de un importante movimiento en los banquillos, el torneo retorna hoy con un pronóstico incierto.
Beñat ZARRABEITIA
La última edición de la Bundesliga deparó un emocionante final en el que varios equipos pelearon por la ensaladera casi hasta el último instante. Finalmente, fue el Wolfsburgo quien se llevó el gato al agua. La dupla atacante formada por Grafité y Dzeko, capaz de anotar casi 60 goles, fue clave para el triunfo del equipo verde.
Sin embargo, el éxito no fue suficiente para garantizar la continuidad de Felix Magath, técnico artífice de la hazaña del Wolfsburgo, que tomó la decisión de fichar por el Schalke. El campeón le sustituyó por Armin Veh y así se inició un importante baile en los banquillos de los grandes de la Bundesliga. El Bayern firmó a Louis van Gaal, el Leverkusen al ex rojiblanco Jupp Heynckes y el Hamburgo confió su vestuario al italoalemán Bruno Labbadia.
Definidos los inquilinos de los banquillos, el Wolfsburgo espera mantener el nivel que exhibió en el pasado curso. Los Lobos, como se conoce al equipo, celebran el haber conseguido retener a Grafité y Dzeko. El primero ha sido elegido «Jugador del año» en Alemania, mientras que el bosnio ha sido tentado por el Milan. Una delantera de lujo que además se ha reforzado con la llegada del nigeriano Martins. En Múnich, el Bayern busca recuperar su hegemonía. Los bávaros han ventilado su vestuario al traspasar a Podolski, Lucio, Ze Roberto y Borowski. Bajas que se han compensado con los fichajes de SuperMario Gómez, Tymoschuk, Olic, Pranjic y Braafheid. Pese a ello, la gran preocupación de los gestores del Bayern pasa por la continuidad o no de Franck Ribery.
El Schalke de Magath ha mantenido el bloque, a excepción de Krstajic, y se vuelve a presentar como una seria alternativa. Los de Gelsenkirchen se han reforzado con las llegadas de Holtby, el checo Moravek y el griego Pliatsikas. Quien no ha conseguido retener a su gran estrella ha sido el Werder Bremen.
A principios de verano, el brasileño Diego fichó por la Juve a cambio de 25 millones. No obstante, todos esperan que el equipo de Thomas Schaaf siga ofreciendo un juego atractivo. Los fichajes de Borowski, el boliviano Moreno -integrante del Shakhtar campeón de UEFA- y Marko Marin invitan a ello. El joven jugador de origen balcánico es uno de futbolistas con más futuro de Europa.
El papel de outsiders recae en Bayer Leverkusen, Hamburgo y Stuttgart. Los primeros, con Heynckes en el banco, cuentan con buenos mimbres y se ha reforzado con Sami Hyypia y el suizo Derdiyok. Los hanseáticos, por su parte, han contratado al defensa checo Rozenhal, pero sus principales esperanzas están depositadas en el sueco Marcus Berg, uno de los delanteros más destacados del último Europeo sub 21. Más conocidas aún son las contrataciones del Stuttgart, nada menos que Hleb y Pogrebnyak. Asimismo, habrá que estar atentos al nivel que puedan ofrecer el Borussia Dortmund, Hertha de Berlín, Hoffenheim o el Colonia de Podolski.
Un buen momento
La Bundesliga arranca en un momento ilusionante para el fútbol alemán. Las grandes actuaciones de las selecciones germanas en los diferentes campeonatos, la igualdad que reina entre las grandes escuadras, la modernidad de los estadios y la irrupción de numerosos jóvenes talentos han alimentado el interés por la competición. Quizá, el único lunar sea la no presencia de ningún equipo de la antigua Alemania Oriental en la competición. El descenso del Energie Cottbus ha dejado al Este sin equipos en la Bundesliga. Pese a las dos velocidades que aún marcan al país, en el apartado futbolístico es una circunstancia que resulta algo extraña, ya que de allí proceden internacionales como Enke, Adler, Huth, Fritz, Borowski, Kroos o Ballack.
El Wolfsburgo, vigente campeón, intentará superar las embestidas de Schalke, Werder Bremen, Stuttgart, Leverkusen, Hamburgo y, sobre todo, del Bayern de Van Gaal.
Esta edición de la Bundesliga carecerá de equipos de la antigua Alemania Oriental. El descenso del Energie Cottbus ha provocado la ausencia de representantes del Este.