Imanol Intziarte Periodista
«Pintor, que pintas iglesias, píntame...»
Casi ni un mísero «kaixo». Ni un «qué tal», ni un «qué buen color traes». Vuelvo de las vacaciones y va el tío y me suelta: «Necesito alguien que me haga el Txokotik de hoy». Así, a bocajarro, recién aterrizado. A riesgo de que me abran un expediente por sentarme a teclear sin hacer los deberes, ni tengo tiempo ni me apetece en demasía leerme los periódicos atrasados -más de una veintena-, así que tocaremos de oído la que a mi juicio es la canción de este verano.
Y es que me enteré de que la Ertzaintza no tiene nada mejor que hacer que borrar pintadas y murales, retirar imágenes y pancartas, amén de repartir como de costumbre. Me viene como anillo al dedo, porque me han salido unas humedades en las paredes del baño. Voy a escribir en ellas alguna frase pecaminosa, a ver si vienen con la brocha y le dan una manita gratis et amore. Habrá que tomarse este tema con un poquito de humor, ante el vano intento de poner puertas al campo. En mi afán por colaborar con el señor Ares, le informo de que en una de las curvas que suben hacia la Croix de Fer desde Allemont (Alpes franceses), se puede leer en un pretil «Liberté pour le Pays Basque» y «Presoak etxera». Alguno que fue al Tour y no tenía nada mejor que hacer para pasar el rato. Se lo comento por si quiere enviar a una brigada con la fragoneta, en plan «Manolo & Benito». No he observado más expresiones de este tipo durante mi asueto estival, pero estaré atento en mi próximo viaje.
Del resto pocas novedades. Pocas noticias buenas y bastantes malas. Muertos, detenidos, atentados, torturas, cargas policiales... más o menos lo de siempre, aderezado por los clásicos discursos con caducidad cuasi inmediata. Sin faltar en el retorno esa televisada pachanga de fútbol en la que -entre fichajes de los que no te has enterado y chavales del filial y del juvenil- no conoces a casi ninguno de los jugadores de tu equipo. Sin olvidarnos de las fiestas. Finaliza Gasteiz, arranca Donostia, aguarda Bilbo. Los de Titanlux se frotan las manos pensando en que harán su agosto.