Una nueva condena impide a Aung San Suu Kyi participar en las elecciones birmanas
La líder opositora birmana y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, fue condenada ayer a otros 18 meses de arresto domiciliario, lo que le impedirá participar en las elecciones prometidas para el próximo año. La UE amenazó con nuevas sanciones contra la junta militar en el poder.GARA |
Un tribunal especial reunido en la prisión de Insein, al norte de Rangún, donde se encuentra encarcelada desde el 14 de mayo, sentenció a Aung San Suu Kyi a tres años de cárcel y trabajos forzados por quebrantar el arresto domiciliario. Tras ser declarada culpable, la Junta Militar de Myanmar que preside el general Than Shwe, ordenó conmutar la pena impuesta a la Nobel de la Paz y líder de la oposición y por 18 meses más de arresto domiciliario, que cumplirá en su residencia.
El fallo, en cualquier caso, priva a Suu Kyi de la posibilidad de participar en las elecciones prometidas por la Junta Militar, en el poder desde 1962, para el año próximo.
Suu Kyi, de 64 años y que lleva 13 de los últimos 19 bajo arresto domiciliario, fue acusada de quebrantar los términos del arresto al cobijar dos noches en su casa al estadounidense John Yettaw, que consiguió llegar a nado hasta su vivienda, situada a orillas de un lago, y fue juzgado por infringir las normas de seguridad ciudadana y condenado ayer a siete años de cárcel.
Los activistas pro derechos humanos ya afirmaron en el comienzo de este juicio que un veredicto de culpabilidad era inevitable en un país donde más de 2.000 presos políticos se encuentran tras las rejas y donde los tribunales habitualmente se doblegan ante los generales.
La Liga Nacional por la Democracia (LND), el partido de la Nobel de la Paz, ganó las elecciones generales de 1990 por abrumadora mayoría, aunque los resultados nunca han sido reconocidos por los generales.
La Unión Europea (UE) anunció que «reforzará» las sanciones contra el régimen birmano, incluidas las de carácter económico en función del desarrollo de los acontecimientos.
La condena a Suu Kyi fue generalizada por parte de gobiernos, organismos internacionales y ONG que la consideraron «injustificable» y «vergonzosa». El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió ayer con carácter urgente.