El otro día en La Sexta, dentro de uno de sus informativos, ofrecieron una serie de vídeos, grabaciones sospechosas de estar totalmente manipuladas. Eran asuntos extraños de movimientos y acciones bastante inexplicables, casi inverosímiles. Lo que quisiéramos señalar es que se dijo de manera textual que procedían de Youtube, con lo que estamos entrando directamente en una nueva etapa, ya que no es que este servicio de vídeos en Internet se nutra de las cadenas, sino que al revés también sucede, aunque deberíamos empezar a poder seguir la trazabilidad de cada entrega: si viene de un teléfono portátil, de un vídeo casero, de un montaje televisivo de una cadena local, o se puede rebuscar todavía más como previos o señuelos de anunciantes, publicistas o vendedores de ideas. Hay que señalar que en estos vídeos aparecen personas, y hasta pueden existir derechos de imagen o de creación.

Verdaderamente la duda establecida por la presentadora sobre si se trataba de algo real o de un montaje, tenía fundamento, pero estamos tan acostumbrados a estas circunstancias que la duda se nos ha instalado en el disco duro y se pone en marcha por voluntad u omisión. Y es que mientras los fabricantes de cámaras no se tomen una época de restricciones, mientras proliferen cámaras de toda índole, será cada vez más difícil no aparecer en cintas, y formar parte de alguno de estos sucedidos que nos provocan, en muchas ocasiones, risas, pero que también nos descubren actividades muy poco recomendables.

Dentro de esta categoría de noticias supuestamente reales que nos conmocionan se han visto en apenas dos semanas unas imágenes absolutamente increíbles. Por un lado el intento de derrumbe de un edificio que los artificieros colocan mal las cargas explosivas y solamente logran que se caiga de lado y dé una vuelta entera sin romperse para quedar a un palmo de un bloque de casas habitadas y este fin de semana el derrumbe de otro edificio, en este caso desgraciadamente habitado, por culpa de los efectos de las lluvias torrenciales. Imágenes que veremos en resúmenes o en especiales. Y con el tiempo alguien puede dudar de la verosimilitud de estos sucedidos.