Encuentros en Nueva Zelanda
«Pequeños invasores»
«Pequeños invasores» responde al cien por cien a lo que se espera de un estreno veraniego para el público familiar, por cuanto se trata de una creación fantástica en la que interactúan niños y adolescentes de carne y hueso con criaturas digitales. Los invasores del título de la versión doblada al castellano son unos extraterrestres de reducidas dimensiones, que llegan hasta una apartada granja neozelandesa, donde una familia pasa sus vacaciones.
M. INSAUSTI | DONOSTIA
¿Os acordáis de los gorgonitas, aquellos extraños seres que aparecían en la genial creación fantástica de Joe Dante «Pequeños guerreros»? Pues el encargado de sacarse de la manga el título de la versión doblada al castellano de «Aliens in the Attic» parece ser que sí, porque el subconsciente le ha traicionado al pensar en «Pequeños invasores» como denominación perfecta para la distribución.
Entre uno y otro título han transcurrido once años y, dada la crisis de ideas que atenaza a las producciones infantiles, no queda otro remedio que mirar hacia atrás a la hora de buscar inspiración. El guionista Mark Burton se había dedicado hasta la fecha a escribir historias para el cine de animación, con un currículo en el que figuran «Wallace & Gromit. La maldición de las verduras» y las dos primeras entregas de «Madagascar», así que ahora se pasa a la ficción con personajes de carne y hueso en combinación con criaturas generadas por ordenador, que es la modalidad mixta más próxima a lo que venía haciendo.
Para interactuar con los personajes digitales se ha buscado un reparto de niños y adolescentes salidos de las series de televisión, empezando por la estelar Ashley Tisdale, muy popular para quienes siguen el fenómeno provocado por la serie «High School Musical».
Menos mal que en estas películas siempre hay una abuela, en este caso interpretada por Doris Roberts, una superviviente de la recordada teleserie «Remington Steele», en la que empezó un tal Pierce Brosnan. La película ha sido rodada, como tantas otras fantásticas recientes, en Nueva Zelanda. Y hasta una de sus apartadas granjas llegan los cuatro diminutos extraterrestres, alterando así la vida de la familia que allí pasa sus vacaciones con el ingenuo propósito de descansar.
Schultz fue considerado como un niño prodigio cuando en 1995 irrumpió en el Festival de Sundance con su ópera prima «Bandwagon», en la que seguía la vida de una joven banda de rock que aspiraba al estrellato. En Hollywood debieron entender mal su precocidad, ya que desde entonces sólo le encargaron películas para niños. Primero fue la comedia adolescente «La chica de al lado» y, luego, la de ambiente baloncestístico «Un tipo de altura». En el
cine infantil lo más interesante que ha hecho es «Las aventuras de Zachary Beaver», sobre un niño obeso que es utilizado como atracción de feria. Hasta ha incursionado en el cine afroamericano con «The Honeymooners».M.I.
«Es una película sobre el exilio. Sobre las distintas formas de exilio, sobre cómo Mauro aprende que la vida es transitoria y cómo aprende a convivir con otros y a sobrevivir en este mundo», explica el director.