«Ingemar ha despedido a veinte trabajadores, pero tenemos la sospecha de que habrá más»
El grupo Ingemar, que tiene su sede en Usurbil, decidió el 30 de julio rescindir 20 contratos de trabajo, sin que los trabajadores esperasen esa decisión drástica. Jabi Amorrortu es el responsable sectorial de Eraikuntza Kimika de LAB y recuerda en la entrevista a GARA que la empresa «nos ha engañado».
Juanjo BASTERRA |
El grupo Ingemar es una empresa de transformación de mármol y granito, sobre todo de la cantera de Markina. Cuenta con su centro principal en Usurbil con 205 trabajadores, pero tiene más de una docena de sociedades, de las que destacan las plantas de Toledo y Galicia. Su presidente es Lucas Aranzamendi y el vicepresidente Antonio Aizpurua.
Ha crecido bastante y sus cuentas económicas están saneadas. Según los datos del comité, compuesto por ELA y LAB, en 2007 logró un beneficio neto de 1,16 millones y un cash-flow de 3,6 millones. «En 2006 y 2007 la empresa repartió unos dividendos anuales de 720.000 euros cada año. Sabemos que 2008 se cerró con mejores resultados económicos, aunque reconocemos, como nos ha informado la dirección, que la actividad en 2009 se ha reducido debido a la crisis económica», indica Jabi Amorrortu, responsable sectorial de LAB.
¿Cómo se gestaron los despidos de los veinte trabajadores?
Nos enteramos que en Galicia había habido despidos objetivos. Hicieron movilizaciones, etc, pero la dirección no varió de decisión. En mayo, aparecieron en Usurbil, esperábamos medidas drásticas, pero no dijeron nada en concreto. Hubo un planteamiento de contención de gastos y se empezaba a hablar de prejubilaciones, pero de ninguna medida traumática. Nos movimos con cierta esperanza, pero es cierto que no nos dieron, ni antes ni ahora, mucha información de sus planes.
¿Cómo se transmite el despido de los 20 trabajadores?
La empresa esperó al 30 de julio, víspera de la fiesta de Gipuzkoa, para llamar a los trabajadores de menos antigüedad pero que llevan entre diez y doce años en la empresa, salvo quienes tienen contrato de relevo, para comunicarles la mala noticia. Incluso a alguno que ya estaba de vacaciones, le llegó el burofax al hotel. La sorpresa fue tal que hubo un revuelo importante en Usurbil. El 4 de agosto nos reunimos con los emisarios de la empresa, pero sólo nos informaron de esos pasos que habían dado. No estaban dispuestos a negociar nada de nada.
¿No hubo posibilidad de hacer un expediente de regulación de empleo?
Nos dijeron que no hay vuelta atrás y que ojalá sea la última medida. No hay expediente porque, igual que hicieron en Galicia, despidieron al 10% para evitar esa tramitación de un expediente de regulación de empleo. Les planteamos una propuesta de negociar el próximo día 24 de agosto, porque la empresa, por primera vez, ha cerrado dos semanas en agosto, para hablar de medidas de reparto de empleo o cualquier otra salida que evitase los despidos, siempre y cuando dejaran en suspenso la decisión de la rescisión de los veinte puestos, pero no aceptaron. Dejaron claro que es una decisión cerrada y adoptada, que no incluye ningún tipo de negociación, lo que es de por sí muy grave. En este caso, concurre además que estos despidos no se han realizado con los quince días de preaviso, por lo que tendrán que pagar todo el mes de agosto y unas indemnizaciones de 45 días por año, porque los despidos resultarán improcedentes con casi toda seguridad. Si hubiésemos pactado un plan de prejubilaciones seguro que les hubiera salido más barato.
¿El comité va a plantear movilizaciones de respuesta?
Sin duda. El día 24 nos reuniremos y así se hará. Esta empresa tiene dinero y hay que tener en cuenta que la jornada laboral es de 10 horas, ya que tiene un plus de dos horas. Cuando comunicaron los despidos, a algunas secciones les dijeron que no tenían que meter las diez horas para evitar las críticas del comité por los despidos. Lo que tenemos claro, porque así nos lo ha dicho un inspector de trabajo, que cuando esa empresa adopta una posición cerrada de esas es difícil moverla, pero vamos a plantear paros alternativos, sin descartar una huelga indefinida porque creemos que hay soluciones menos traumáticas antes que despedir y dejar en la calle a veinte trabajadores. Esta empresa lo puede hacer.
Si en Galicia empezaron con un plan de despidos de un 10% de la plantilla y después le siguieron más, ¿teme que se copie de forma mimética el proceso y se traslade a la planta de Usurbil?
El precedente es claro y, desde luego, después de que no han cumplido lo que nos dijeron en mayo, tenemos esa sospecha de que, después de esos veinte despidos, haya nuevos despidos más adelante. Por eso, creo que tenemos que llevar adelante una respuesta para frenar esas intenciones. Porque esta empresa ha nadado en la abundancia en la época de bonanza económica y puede mantenerse.
«A partir del día 24 de agosto, cuando vuelve la actividad, plantearemos movilizaciones con paros alternativos sin descartar una huelga indefinida»