Gloria LATASA | gloriameteo@hotmail.com
Brisa de glaciar
En ciertas zonas, las aparentes buenascondiciones meteorológicas pueden convertirse en una trampa para quienes practican vuelo libre
La brisa –un movimiento de aire a nivel local que se produce en situaciones de buen tiempo– es un viento que se origina por diferencias en el calentamiento del suelo debidas a la naturaleza del mismo, a las formas del relieve y a la hora del día.
En los lugares en los que hay glaciares, la temperatura de su superficie está mucho más fría que la del aire circundante, pudiendo llegar a haber diferencias del orden de 10º centígrados o más. En estas condiciones, el aire en contacto con la masa glaciar se enfría, se vuelve más denso y pesado, y no le queda otro remedio que precipitarse valle abajo.
El descenso se produce como si fuera una gran cascada de aire frío, de modo que en el entorno del frente de hielo (hasta donde se propaga, antes de mezclarse con el aire ambiente a una cierta distancia del mismo) el ambiente es fresco y húmedo, muy de agradecer en los días que se camina por estas zonas en medio de una jornada particularmente bochornosa.
El desplome del aire sobre la lengua glaciar provoca un vacío que otro aire nuevo, llegado de lugares próximos, debe rellenar mediante movimientos descendentes. Esto provoca que no se formen nubes sobre la superficie fría y que las condiciones meteorológicas parezcan tranquilas, si bien son una trampa para los que practican vuelo libre, ya que podrían ser atraídos hacia la superficie helada si se atrevieran a sobrevolarla.
El fenómeno, que aunque se produce tanto de día como de noche se aprecia más con el calor diurno, es menos perceptible en invierno. Ello es debido a que, a pesar de que la temperatura de la superficie helada no sobrepasa nunca los 0º centígrados, al recubrir la nieve tanto al hielo como a las zonas circundantes hay en toda la región un reparto más homogéneo de las temperaturas.