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«Israel puede empezar otra guerra, pero no controlarla ni saber cuándo terminará»

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Haj Hatem
Jefe de relaciones políticas de Hizbulah en el sur de Líbano

Desde su despacho de Saida, el responsable de Relaciones Políticas de Hizbulah en el sur de Líbano, zona donde en 2006 tuvieron lugar los combates entre los milicianos del Partido de Dios y el Ejército israelí tras la agresión del Estado sionista, aconseja a Tel Aviv pensarlo muy bien antes de iniciar una nueva guerra contra Hizbulah después de sus sucesivas derrotas.

Alberto PRADILLA-Aritz INTXUSTA |

Han pasado tres años desde que el todopoderoso Ejército israelí fuera nuevamente obligado a abandonar Líbano por las milicias de Hizbulah. Pero la tensión en la frontera sigue aumentando, en una escalada de advertencias que los medios locales ya se conoce como la «guerra dialéctica» entre Tel Aviv y la formación que dirige Hassan Nasralá.

Haj Hatem, responsable de Relaciones Políticas de Hizbulah en el sur del país avisa: «Israel tendrá que pensarlo diez veces antes de iniciar una nueva agresión». Él es uno de los líderes de esa zona en la que el Estado libanés se desvanece ante el gobierno del Partido de Dios. Su despacho, sobrio y elegante, pero discreto de puertas a fuera, es una extensión de la imagen de una formación que no ofrece concesiones al Estado sionista, aunque mantiene una actitud conciliadora hacia sus rivales políticos en Líbano.

Hizbulah es una de las formaciones políticas de las que más se habla en Europa, pero también una de las más desconocidas. ¿Cómo se define a sí mismo el Partido de Dios?

Hizbulah es un partido nacional libanés y representa a una parte importante de la población de este país. Se fundó tras la invasión israelí en 1982 para luchar contra la ocupación. Ésa fue la principal razón de su nacimiento: la resistencia contra Israel. Con la liberación de la mayor parte del territorio ocupado, logramos buena parte de nuestros objetivos, pero hay que recordar que una parte del país continúa ocupado. Posteriormente, se fueron formando diferentes frentes relacionados con las ayudas sociales o con los trabajadores. Además, somos una formación que ha participado en todas las elecciones que han tenido lugar en Líbano y tenemos una representación en el Parlamento y en el Gobierno.

Al margen de la resistencia, ¿cuál es el programa político y social que Hizbulah propone para Líbano?

Hizbulah lucha por lograr la justicia social para todo el pueblo libanés. Eso sólo se puede conseguir a través de la cooperación de todos los partidos y la población, formando un Estado donde participen todos sus sectores y con un Gobierno fuerte.

Todos los analistas internacionales esperaban una victoria del frente del 8 de marzo, en el que se incluye Hizbulah, en las elecciones libanesas celebradas el pasado mes de junio. Finalmente, el bloque del 14, liderado por Saad Hariri, volvió a hacerse con la victoria. Hay quien ha apuntado que su partido no quiso ganar por miedo a un aumento de la confrontación con Occidente, por temor a que Líbano sufriese lo que está ocurriendo en Gaza...

Perder las elecciones no estaba en nuestros planes, creemos que podríamos administrar el país mucho mejor de lo que se está haciendo actualmente. Los resultados no nos sorprendieron, aunque creíamos que íbamos a obtener mejores.

¿Qué ocurrió para perder unas elecciones que todo el mundo les daba por ganadas?

Lo que realmente condicionó el desenlace de las elecciones fue el dinero. Muchos países pagaron altas cantidades para apoyar a la mayoría gobernante. Otra cuestión decisiva fue la de atraer a la gente que vino del exterior para votar. Se les pagó el viaje para obtener un mayor número de votos.

De todos modos, todo apunta a que, al final, se mantendrá la misma situación que rige el país desde 2007, un gobierno de unidad en el que la minoría tiene capacidad de veto...

No creemos que este país se pueda gobernar por un sólo sector, Líbano es diferente a otros estados por su división confesional. Ésta es una democracia de religiones, el Parlamento está dividido por confesiones y las propias circunscripciones electorales están separadas por el mismo motivo. Ésta es una democracia atada.

¿Están dispuestos a dar pasos para cambiar ese sistema confesional?

Estamos en contra del actual sistema electoral y queremos una nueva ley, pero para eso hay que acabar con las políticas sectarias de este país. Apostamos por una única circunscripción y que la representación sea porcentual. De hecho, esperamos que la ley electoral se modifique en 2013 para que sea más democrática. Es cierto que nosotros somos un partido chií, pero por encima de todo somos un partido libanés. Somos el partido de la resistencia y todos los libaneses pueden apoyarla porque en todas las confesiones existen grupos que la defienden. El partido de la resistencia es el que puede tener la mayoría en todo el país y estamos seguros de que la obtendremos.

Tras la última agresión israelí, la ONU aumentó el número de tropas extranjeras destacadas en el sur de Líbano, ¿qué opinión tienen de estos destacamentos?

Nosotros aceptamos la resolución 17/01, así que no hay problema.

En Europa dio la sensación de que estas tropas llegaron cuando Israel ya no podía vencer a Hizbulah, por lo que puede parecer que llegaron para defender a Israel y no a los libaneses...

Sabemos bien por qué vinieron, pero según la resolución, ellos están aquí para apoyar al Ejército del Líbano si lo pide. Y en esto no tenemos ningún problema. Nosotros no fuimos los agresores, sólo defendimos Líbano, por eso aceptamos esa resolución. Israel siempre decide cuándo ataca. Nosotros pedimos el alto el fuego en todo momento.

Una de las grandes exigencias del bloque del 14 de marzo, especialmente de los partidos cristianos, es que las armas de la resistencia pasen a formar parte del Ejército libanés, algo que siempre ha sido rechazado por Hizbulah. ¿Ocurrirá eso algún día?,

No vamos a hablar del futuro. Esta gente pide muchas cosas de Hizbulah, y por eso se formó un comité para definir la estrategia defensiva de Líbano. Está encabezado por el presidente y en él se está discutiendo cómo se puede compartir la fuerza de Hizbulah con el Ejército. Lo principal es cómo defender Líbano de Israel. Todos tenemos ideas sobre esto, nuestro partido ya dejó clara su visión cuando Sayed Hassan (rango religioso del secretario general del partido, Hassan Nasralá) aseguró que aceptaremos lo que salga de este comité.

Hizbulah es una organización que sólo ha desarrollado operaciones militares en el interior de Líbano y que participa en sus instituciones de Gobierno. Sin embargo, en Europa y EEUU se le considera una organización terrorista y se ha extendido el mensaje de que si llega al poder impondrá el islam en todo el país. ¿Esto ocurre en las zonas que actualmente controla su formación?

Nosotros no tenemos zonas que estén controladas totalmente por nuestro partido. Todo el país está en manos del Gobierno, no tenemos esa autoridad, aunque estamos presentes en todos los pueblos del país, como el resto de partidos nacionales. Si una mujer quiere ponerse el velo está en su derecho, y si su vecina no quiere, tiene libertad. Se puede recorrer todo Líbano y preguntar a cualquiera para comprobarlo. Esas afirmaciones son propaganda sionista que trata de deformar la imagen de la resistencia libanesa. Tampoco reconocen que estamos luchando para defender el territorio libanés.

La guerra de 2006 no terminó como Israel esperaba, y desde su formación se ha advertido de que la capacidad militar de la resistencia es mucho mayor ahora que la que demostró entonces. A pesar de ello, el ejército israelí realizó maniobras en la frontera con Líbano hace dos meses y se habla de que podría haber una nueva guerra en un corto plazo, ¿tienen miedo a una nueva agresión?

Israel es un Estado que se creó a base de agresiones y que desde su creación ha atacado 10 veces a Líbano, que nunca ha comenzado la guerra. Estamos preparados para una nueva agresión. Israel entra en nuestro territorio por aire y por mar, presionan más y más a los palestinos, han construido el muro en Cisjordania y las declaraciones de sus políticos y militares advierten siempre de que habrá más agresiones, por lo que nosotros nos estamos preparando para defendernos. Si tu vecino es una bestia, ¿cómo vas a vivir a su lado? Hay que prepararse para enfrentarlo. Pero esta vez, si Israel quiere poner en marcha una agresión contra Líbano, tendrá que pensarlo diez veces antes de hacerlo. La resistencia libanesa les enseñó en 2006 que ellos pueden empezar otra guerra, pero que nunca van a poder controlarla ni a terminarla cuando quieran. Todas las agresiones de Israel contra Hizbulah le estallaron en la cabeza, y fueron derrotados en 1993, en 1996 y en 2006. A eso hay que añadirle su abandono del sur de Líbano en 2000. Por eso tienen que pensarlo muy bien antes de iniciar un conflicto. Aunque eso no elimina que sean agresivos, y que estén preparando nuevos ataques.

Tras la agresión de 2006 llegó la ofensiva contra Gaza, en enero de este mismo año. Y después, varios militantes de Hizbulah fueron detenidos en Egipto acusados de introducir armas para la resistencia en Gaza. ¿Qué opina de estos arrestos?

Hassan Nasralá declaró que apoyar al pueblo palestino es una de las metas de Hizbulah. Y eso nos enorgullece, es un honor. Estamos haciendo lo que se debe de hacer y quien debería de avergonzarse es aquél que nos arresta por apoyar a los palestinos. Aunque este tema se ha sobredimensionado más de lo que debería, en especial por las declaraciones del Gobierno egipcio. Pase lo que pase, seguiremos apoyando a los palestinos.

El último conflicto ocurrido en el país fue en mayo de 2008, cuando Hizbulah tomó Beirut durante unas horas después de que el Gobierno libanés tratase de prohibir sus canales de comunicación, ¿qué ocurrió exactamente entonces?

Se estaba formando un bloque de aliados de EEUU para atacar a Hizbulah. Ése era su objetivo principal. Lo ocurrido el 7 de mayo de 2008 es una extensión de la guerra de 2006. En ese año, Israel trató de atacar a la resistencia y no logró nada, pero al perder no quiso dejar las cosas como estaban. Hubo un cese de las operaciones militares pero la guerra política se mantuvo. Esta dinámica fue puesta en marcha por la Administración Bush, sus aliados y algunos países árabes. Su herramienta en Líbano eran los partidos del Gobierno. Ellos leyeron muy bien la guerra política que se desarrolló después. Nosotros no estamos en contra de su proyecto político, pero ellos cruzaron una línea roja. Decidimos actuar cuando nos dimos cuenta de que EEUU estaba interfiriendo más de lo que debía, y de que había puesto en su punto de mira las armas y las redes de comunicación de la resistencia. Un sistema de comunicaciones que el Ejército israelí no pudo atacar en los 33 días que duró la guerra. Ésta operación del 7 de mayo duró sólo unos días, y nuestro objetivo fue acabar con esa resolución gubernamental. Cuando se logró, nos retiramos y se llegaron los acuerdos de Doha, én los que se firmó un nuevo Gobierno. El 7 de mayo fue algo positivo, resolvió los problemas de Líbano.

 

resistencia

«Es cierto que somos un partido chií, pero por encima de todo somos un partido libanés. Somos el partido de la resistencia y todos los libaneses pueden apoyarlo»

palestina

«Hassan Nasralá declaró que apoyar al pueblo palestino es una de las metas de Hizbulah. Y eso nos enorgullece, es un honor. Hacemos lo que se debe hacer y debería avergonzarse quien nos arresta por ello»

bestia

«Si tu vecino es una bestia, ¿cómo vas a vivir a su lado? Hay que prepararse para enfrentarlo. Pero esta vez, si Israel quiere agredir a Líbano, tendrá que pensarlo diez veces antes de hacerlo»

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