«Unhalfbricking» vió la luz en el verano de 1969
El clásico de Fairport Convention cumple 40 años
Amantes del rock ácido californiano, el grupo de jóvenes ingleses que componían Fairport Convention buscaron un paso adelante en el pasado. Se apoyaron en el folk de su país y escribieron una brillante página en la historia de la música: «Unhalfbricking». Una joya de incalculable valor.
Izkander FERNANDEZ | BILBO
El nacimiento de «Unhalfbricking» se produjo entre la candidez de un grupo de jóvenes soñadores amantes de la música y la fatalidad de los acontecimientos externos. De hecho, el disco fue publicado en un momento en el que los ánimos de la banda estaban por los suelos tras un accidente de tráfico que se llevó por delante a un miembro del grupo y a la compañera sentimental de otro.
Sin embargo, el mundo, que en el planeta rock del 69 eran Inglaterra y EEUU, acogió el tercer disco de Fairport Convention con los brazos abiertos. Con Sandy Denny y Richard Thompson a la cabeza, Fairport Convention crearon El Dorado con el que muchos sueñan pero nunca alcanzan. Lograron una piedra angular que aún hoy merece ser recordada y disfrutada como si acabase de nacer.
La historia presenta a Fairport Convention como un atajo de jóvenes sobradamente formados académicamente y no menos acompañados por el talento. De la chica del grupo, Sandy Denny, se habla maravillas y se dice que compartió aulas con Eric Clapton y Jimmy Page en la Kingston Collage of Art londinense.
Denny, que entró como reemplazo de Judy Dyble, es la principal baza de «Unhalfbricking», ya que es sobre quien recae el mayor peso creativo e interpretativo.
El otro capo de la formación, Richard Thompson, era un excepcional guitarrista que posteriormente se labró una carrera en solitario llena de éxitos. También compartió discos con su esposa, Linda Thompson.
En 1969, Fairport Convention eran, tras dos discos publicados, una muestra del eco del rock ácido de la Costa Oeste de EEUU en Inglaterra. Grateful Dead y Jefferson's Airplane eran el espejo en el que mirarse pero Thompson y compañía, no sin fuertes debates internos que mandaron a la calle a varios miembros de la formación original, creían que un nuevo camino era posible.
Y la principal referencia para el nuevo camino estaba en casa. Fairport Convention tiraron del folk inglés para dotar de mayor profundidad al primerizo sonido de la banda. «Unhalfbricking» fue el primer paso en busca de ese sueño y su siguiente disco, «Liege & Lief», la confirmación de la mutación.
En parte es sorprendente que un álbum compuesto por ocho temas, de los cuales únicamente cuatro eran propios, haya supuesto tanto para la historia de la música moderna. Dos composiciones de Denny, dos de Thompson, tres versiones de Bob Dylan y una canción popular componen «Unhalbricking». Pero es su sonido y el nuevo camino abierto lo que dota a dicho disco de un influjo especial.
Folk de catacumbas
«Genesis Hall» abre «Unhalfbricking». Un oscuro vals compuesto por Richard Thompson. Sandy Denny deslumbra con una voz cristalina. El tema carece de un clímax, pero es un acierto en sí mismo. Simula el oleaje que va y viene y en su tono engloba cierto aire pesimista y abandono ante la nostalgia. Es como si un grupo de folk de la campiña inglesa se hubiese refugiado en una oscura catacumba del mítico Londres cubierto por la niebla.
En un momento realmente fuerte para la industria discográfica, a Fairport Convention los postulados comerciales no le preocupaban demasiado. El segundo tema del disco, «Si tu dois a partir», fue el primer y único sencillo del álbum, más por insistencia de su disquera que por intención propia. De hecho, no es más que una versión en clave personal y en francés del «If you Gotta Go, Go Now», de Dylan. Este single colocó a la banda en la órbita de las listas de éxitos de la época, llegando a copar el número 12 en la lista de discos y rozando el top 20 en la de singles.
La cara A del vinilo enfilaba su final con «Autopsy», una espectacular composición de Denny que sorprende por su madurez. Y es que fue Denny a buen seguro la que terminó de empujar a Fairport Convention hacia su nueva vertiente artística. No obstante, el omnipresente trabajo de guitarras de Thompson, así como la tremenda calidad instrumental del resto de miembros de la banda, contribuyeron a engrandecer la pieza de Denny.
Uno de los momentos clave llegaba con el final de la cara A. «A Sailor's Life», canción tradicional inglesa, revisionada por Fairport Convention a lo largo de once preciosos minutos en una única toma. A la maestría de Denny y Thompson se le sumó Dave Swarbrick con un espectacular solo de violín. Sorprende además, que siendo una obra tradicional inglesa, esté sazonada por motivos country desde una perspectiva celta. Riqueza y magia a partes iguales. En «Cajun Woman», la pieza elegida para abrir la segunda cara de «Unhalfbricking», Richard Thompson unió los dos referentes principales de la banda en uno. Por un lado, el Dylan más irónico y por otro, las guitarras que emulaban el rock ácido californiano.
La joven Sandy Denny firmó otra de la gemas de la histórica publicación con «Who Knows Where the Time Goes», un tema versioneado hasta la saciedad en el circuito folk rockero desde 1969 hasta nuestros días. Otras dos versiones de Dylan cierran el disco. La primera, «Percy's Song», vuelve a ser llevada a los terrenos ácidos por la guitarra de Thompson y los coros que acompañan a Denny. La segunda, «Million Dollar Bash», cierra una obra de arte con un Dylan menos adulterado y más entendido dentro del contexto descarado e irónico de su bagaje.
Obviando su faceta artística, «Unhalfbricking» está rodeado de una serie de anécdotas que ayudan a amplificar su figura. Cuentan que el título del disco nació de un juego que la banda practicaba en los desplazamientos de las giras. La práctica consistía en crear combinaciones de palabras que no tuviesen sentido. Sandy Denny soltó aquello de «medio desenladrillando» y, como a todos les hizo gracia, fue a parar al título. Lo curioso es que ese título no aparecía impreso en la portada del disco. Ni siquiera el nombre de Fairport Convention. Tal era la convicción mercantilista de la banda.