El presidente de México, Felipe Calderón, se ofreció ayer para mediar en la crisis diplomática de Colombia con Venezuela y Ecuador por el uso por parte de EEUU de siete bases militares en territorio colombiano.

En una comparecencia conjunta con su homólogo Álvaro Uribe, afirmó que México, como secretario pro témpore del Grupo de Río, está dispuesto a «ayudar por las vías del diálogo, la razón, el entendimiento y el acuerdo a la solución de cualquier controversia en países hermanos, siempre y cuando sea en un marco respetuoso de su soberanía y la disposición de las partes de contar con la participación mexicana».

Recordó que en la Cumbre del Grupo de Río de 2008 en la República Dominicana su país medió «cuando estaba en el punto más tenso el conflicto entre Colombia y Ecuador» y lo continuará haciendo siempre y cuando «haya aceptación y voluntad de las partes, porque México no quiere tener intromisión donde no debe», manifestó.

Reiteró que respeta la decisión de Uribe de negociar un acuerdo militar con Washington. «En apego a los principios de nuestra política exterior, respetamos la decisión que asuma cualquier país en función de la salvaguarda imprescindible de su soberanía y de la seguridad de sus ciudadanos», declaró.

Calderón alegó, además, que en la reunión mantenida con el presidente estadounidense, Barack Obama, en el marco de la cumbre que México, EEUU y Canadá acaban de celebrar en la capital azteca, Obama les explicó en qué consiste el controvertido plan. «Fue muy enfático al señalar que, al contrario de los se ha señalado, no hay pretensión de Estados Unidos de establecer nuevas bases militares o algo así».

En otro orden de cosas, Uribe y Calderón acordaron incrementar la cooperación policial porque «el crimen organizado y, en particular, el narcotráfico afecta a toda la región y la lucha contra la delincuencia debe ser compartida». El mandatario mexicano subrayó que los éxitos policiales en su país se deben en gran medida a la capacitación recibida en Colombia.

En agradecimiento, Uribe calificó de «honroso» que México haya permitido a Colombia dar formación a policías mexicanos.

Incidió en que no pueden rebajar «la coordinación que tenemos con el Gobierno de Calderón para derrotar con común firmeza ese enemigo que es el narcotráfico, el terrorismo, la delincuencia y la inseguridad. En eso, apreciados compatriotas colombianos y mexicanos, no se puede tener declive».