Cientos de personas que en la tarde de ayer disfrutaban del sol veraniego y huían del sofocante calor en las playas vascas fueron obligadas a desalojarlas por la Ertzaintza. Se produjo por una confusión de la DYA de Bizkaia, que a las 14.15 recibió una llamada advirtiendo de la colocación de un artefacto explosivo en la playa de Calella (Barcelona). El operativo posterior en este arenal se desmontó al no hallarse nada sospechoso.

Inmediatamente después de que el servicio de asistencia en carretera DYA de Bizkaia recibiera la llamada teléfonica de aviso, éstos informaron a la Policía autonómica de la comunicación, por lo que se activó enseguida un dispositivo de desalojo de playas vascas. Fue el caso de las dos de Donostia, que se encontraban abarrotadas.

Dijeron que era una galerna

Según informaron las agencias de información, el mensaje consistía en una grabación y era anónimo. DYA de Bizkaia advirtió tras una segunda revisión de la cinta de que en ella se aludía exclusivamente a Calella, por lo que el dispositivo en Euskal Herria fue levantado.

Para entonces, las principales playas de Donostia ya habían sido evacuadas por los servicios de emergencia. Según informaron afectados, tanto de forma oral como a través de la megafonía se comunicó que debían marcharse por la llegada de una galerna, versión que generó extrañeza ante un cielo sin nubes y con temperaturas de 36%.

En un segundo momento, la playa de la localidad catalana de Calella fue desalojada, pero sobre las 17.30 los Mossos d'Esquadra comunicaron que se había levantado el cordón de seguridad y se había dado por falso el aviso. Los TEDAX no hallaron nada sospechoso. El servicio de tren de las inmediaciones también había sido paralizado.