Miles de simpatizantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se congregaron ayer en diversas ciudades turcas, kurdas y europeas para celebrar el inicio de la lucha armada por parte de esta organización, fundada en 1978. Coincidiendo con este aniversario, estaba previsto que el líder histórico del PKK, Abdullah Öcalan, encarcelado a perpetuidad desde 1998 en la isla-prisión de Imrali, hiciese pública una «hoja de ruta» (yol haritasi) para la solución del conflicto. Sin embargo, tras una visita a Öcalan el viernes sus abogados anunciaron que el aún no la tiene terminada, por lo que será presentada esta misma semana. Ömer Günes, uno de sus abogados, señaló que «con toda probabilidad» el plan se hará público el miércoles, para cuando está prevista la visita semanal de sus letrados.

Mientras, el Gobierno turco de Recep Tayyip Erdogan continúa los contactos con miembros de la sociedad y de los partidos políticos para elaborar un plan que permita superar un conflicto que ha causado más de 40.000 muertos.

En un comunicado difundido a través de la agencia Firat, el PKK pidió a Ankara que acepte la propuesta que va a dar a conocer Öcalan. «Nosotros vamos a apoyar hasta el final la hoja de ruta que va a presentar nuestro dirigente y pedimos al Estado y Gobierno turcos que respeten la voluntad política expresada por el pueblo kurdo», señaló el PKK.

El DTP, la principal formación kurda, con 21 escaños en el Parlamento de Ankara, pidió que se tengan en cuenta las opiniones tanto de las Fuerzas Armadas turcas como del PKK y que se escuche «con atención» lo que diga Öcalan. El gobernante AKP respondió inmediatamente que «ni el PKK ni nadie relacionado con él» es considerado interlocutor por el Gobierno turco.