Tal y como rezaba aquella famosa canción, «aquí no hace falta cama, aquí nadie va a dormir», y es que la capital vizcaina se ha propuesto no poner el freno de mano al motor, hasta que, el día 23, despidan a Marijaia.

Cuando aún faltaban muchas horas para el lanzamiento del txupin, en las calles de Bilbo se notaba que el de ayer,era una jornada especial. Esa sensación se hacía mucho más palpable en Begoña, punto desde el que las comparsas emprendieron una multitudinaria bajada.

Las 17.30 estaban al caer cuando el txupin lanzado por Isabel Isazelaia, txupinera de 2008, y Sonia Polo, la actual, daba inicio al tradicional descenso de cuadrillas. Las ganas de parranda eran palpables en las caras de los cientos de comparseros que participaron. Y no sólo sus caras, ya que todos se habían ataviado para la ocasión: el arco iris de las camisetas de los comparseros volvía a engalanar, un año más, el paisaje bilbaino.

Tras ese primer txupin, que hizo las veces de vaticinio del que sería lanzado apenas hora y media más tarde, las comparsas emprendieron el camino que los llevaría desde la basílica hasta la misma Arriaga Plaza.

¿En el transcurso? Lo que se esperaba: música, diversión, risas... en fin, todo lo que Aste Nagusia representa para esos comparseros que la viven, anualmente, de una forma tan intensa.

Además, las dulzainas y una batucada sirvieron de apoyo a las comparsas durante todo el camino, conformando así, un envidiable paisaje festivo.

Algunos de los comparseros que participan en la Comisión de Fiestas se vistieron con paraguas e impermeables, con el objetivo de espantar a los posibles aguafiestas que se acercaran, osando interrumpir ese clima tan especial que siempre rodea Aste Nagusia.

Finalmente no fue así y, cuando pasaban unos minutos de las seis de la tarde, las comparsas llegaron al Teatro Arriaga, contagiando su gran ambiente a todas aquellas personas que, desde hacía tiempo, permanecían apostadas en las escalinatas de la plaza.

Cabe destacar, además, las numerosas muestras de solidaridad que recibió Sonia Polo a lo largo de la tarde. Durante la kalejira, gritos de «txupinera, aurrera!» arreciaron, tanto por parte de sus compañeros de las comparsas como por parte de los bilbainos que se cruzaban con la bajada.

Recepción oficial

Casi al mismo tiempo que las comparsas hacían su llegada al frente del Teatro Arriaga dio inicio en el interior del mismo la recepción oficial, previa al txupinazo.

Tras el aurresku de honor a las autoridades municipales y protagonistas de Aste Nagusia (pregonero, txupinera y comparseros), tuvo lugar el traspaso de poderes entre pregoneros y txupineras.

En la ceremonia, el cocinero Aitor Elizegi pasó el testigo al presentador televisivo Joseba Solozabal.

Acto seguido, tuvo lugar uno de los momentos más emocionantes de la tarde: Isabel Isazelaia, txupinera del año 2008, pasó el testigo a su sucesora, Sonia Polo, y ambas se fundieron en un fuerte abrazo, que fue respaldado con fuertes aplausos por parte de los presentes.

En ese instante, los comparseros volvieron a respaldar a Polo al compás de «txupinera, aurrera!». Un gesto que el alcalde bilbaino, Iñaki Azkuna, pareció ser el único en no compartir, fulminando con la mirada a quienes mostraron su solidaridad hacia la txupinera.

Una vez finalizado dicho acto, GARA se acercó a los verdaderos protagonistas de estas fiestas, para conocer cuáles eran sus sentimientos cuando apenas restaban 40 minutos para el txupinazo.

La txupinera, Sonia Polo, se mostraba muy contenta y deseosa de participar en Aste Nagusia. «Haré todo lo que pueda», apuntó haciendo referencia a la dura agenda que tendrá que enfrentar durante los próximos días.

Preguntada por los numerosos gestos de solidaridad recibidos, no pudo ocultar su agradecimiento a toda la gente que la ha respaldado. «Impresionante. La solidaridad recibida ha sido inimaginable, y estoy muy agradecida», confesó la txupinera.

El pregonero, Joseba Solozabal, por su parte, recalcó que los momentos previos al txupin fueron «muy intensos, muy especiales, y muy divertidos», subrayando que son «momentos únicos en la vida. Hay que vivirlos como van viniendo y disfrutarlos».

Además, hizo un llamamiento a divertirse a todos los ciudadanos en esta Aste Nagusia. Él prometió hacerlo las «24 horas de estos nueve días».

Siete en punto. Todo listo. Pregonero, txupinera y, cómo no, Marijaia, en la balconada del Arriaga.

«¡Hola Bilbao!», comenzó Solozabal dando inició al pregón. Tras dedicar unas palabras en euskara, comenzó la lectura del discurso. «Yo no sé escribir un pregón. Perdonadme, y dejad que hable sintiendo lo que digo, siendo yo, con lo mejor y peor de mí», rezaban las primeras líneas de su mensaje a los bilbainos.

Tras dedicar su pregón, entre otros, a pobres, privados de libertad, enfermos, parados... y abogar por «la no politización de las fiestas», Solozabal empezó a enumerar los articulos de una singular «Ley de Bilbao». Entre ellos, había algunos como «amarás Bilbao sobre todas las cosas», «honrarás a tu txosna y a tu comparsa», o «no cometerás actos impuros... sin condón».

Al finalizar la lectura, Sonia Polo prendió la mecha del txupin que al estallar hizo vibrar a todos los presentres frente al Arriaga al ritmo de Marijaia. Ahora, nueve días de fiesta.