Miles de yemeníes huyen de sus hogares por los combates entre Ejército y rebeldes
Miles de yemeníes siguen abandonando sus hogares en la provincia de Saada, en el noroeste del país, a causa de los enfrentamientos entre tropas gubernamentales y rebeldes chiíes, informó el Comité Internacional de la Cruz Roja, que instó a las partes a proteger a los civiles.GARA |
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) explicó en un comunicado que los habitantes de la montañosa provincia de Saada, en el noroeste de Yemen, se están desplazando a refugios temporales de la zona y de la vecina provincia de Omran, huyendo de la ofensiva militar terrestre y aérea que el Gobierno inició el pasado martes contra insurgentes zaidista leales al líder chií Aldul Malik al-Houthi.
El CICR expresó su preocupación por la seguridad de estas personas, sobre todo por aquellos desplazados que se encuentran en campamentos situados en Saada y que están próximos a la zona en la que se están produciendo los enfrentamientos armados y los bombardeos aéreos y terrestres por parte de las tropas gubernamentales.
Cruz Roja instó a ambas partes en conflicto a adoptar todas las medidas posibles para proteger a los civiles y a sus propiedades, así como para facilitar el tratamiento de los heridos y de los enfermos.
La organización internacional anunció también que ha enviado un equipo de 45 voluntarios, entre ellos cinco extranjeros, para evaluar la situación humanitaria y ofrecer la ayuda necesaria, en cooperación con la Media Luna Roja yemení.
Las fuerzas aéreas gubernamentales han bombardeado dos zonas de la provincia de Saada, mientras que las terrestres han avanzado hacia las montañas de la zona de al-Malahid, cerca de Arabia Saudí, según fuentes locales desde Saada.
Los milicianos chiíes, conocidos como «hutíes» por e señalaron en un comunicado haber matado a nueve soldados y herido a decenas de ellos y que, además, han destruido un tanque y dos vehículos blindados durante los combates en esa zona.
El Gobierno yemení propuso el jueves a los zaidistas (una rama del chiísmo) parar esa ofensiva militar a cambio de una serie de condiciones, pero al-Houthi rechazó esa oferta.
Las hostilidades entre los insurgentes chiíes y el Gobierno se remontan a 2004, cuando centenares de personas, incluido el fundador del grupo, murieron durante los violentos combates en Saada. Desde entonces, los muertos se cuentan por miles. Ambas partes se acusan mutuamente de incumplir el acuerdo firmado en junio de 2007 para poner fin a las hostilidades.
El Gobierno sostiene que los zadistas aspiran a restaurar la ley religiosa que prevaleció en el país hasta 1962, pero los rebeldes aseguran que sólo defienden sus pueblos frente a la opresión gubernamental.
Los rebeldes acusan al Ejército de emplear bombas de fósforo en su ofensiva, extremo que fue negado por un portavoz militar que dijo que su misión es «salvar a los civiles del terrorista al-Houthi y protegerles a ellos y a sus bienes de agresiones, saqueos y destrucciones».