El diestro José Pedro Prados, El Fundi, está estable y a la espera de nuevas pruebas neurológicas después de pasar la noche del sábado al domingo «descansando y con cierta tranquilidad» en la UVI del Hospital Donostia, según explicó su apoderado, Raúl Galindo. La alarma sobre su estado saltó pasada la medianoche del sábado con un parte médico que definía su situación como «extremadamente grave»; la cogida ya había sobrecogido a los presentes en la plaza de Ilunbe.

El torero fue prendido por el toro, que lo arrojó violentamente contra el suelo. El Fundi se golpeó la cabeza contra la arena y quedó absolutamente inerte, inconsciente a merced del toro, que lo zarandeó un par de veces sin que el torero volviera en sí. No se trató por tanto de una cornada grave, sino de un golpe muy fuerte.

Los médicos le diagnosticaron inicialmente una fractura con hemorragia en la base del cráneo, pero ayer se confirmó que no hubo rotura. Tras el crítico parte inicial, se abrigaban muchas más esperanzas de recuperación, a tenor de la interpretación que el apoderado del torero hizo de las palabras de los médicos. «No quieren pronunciarse mientras no pase el plazo de 48 horas que se da en estos casos, pero todo apunta a una evolución positiva -afirmó Galindo-. El dato es que no hay parálisis facial, algo frecuente en este tipo de lesiones. Es lo que nos han dicho. Así que cautela, pero optimismo. No tenemos más remedio que abrigar esperanzas», detalló a Efe.

«El torero está estable. Esa es la única noticia. Una buena noticia, en estos momentos a la espera de que se le practiquen nuevas pruebas neurológicas, concretamente dos TAC con un intervalo horario de ocho horas», añadió el apoderado.

El Fundi fue sacado en brazos por sus compañeros y entró en la enfermería inconsciente y con pérdida de movilidad. Sin embargo, parece ser que al poco tiempo empezó a recuperar la conciencia y a responder también positivamente a estímulos, y en la noche del sábado estaba ya completamente lúcido y movía todas las articulaciones.

La fractura, anterior

Durante todas estas horas, los médicos averiguaron si la fractura de cráneo que se apreciaba se la había producido el toro o si era una lesión anterior en la misma zona, sufrida en el mes de mayo en un accidente similar al caerse de un caballo.

El Fundi cerraba una tanda de pases circulares en el epílogo de la faena al cuarto toro de la tarde, cuando, al terminar de pasar el burel y al adornarse él agarrándose a sus lomos, el animal se volvió de pronto haciendo por él y lanzándole un derrote seco que lo derribó. La caída al suelo se produjo desde cierta altura, pero además el toro hizo fuerza contra el suelo.

Posteriormente, el morlaco le propinó también un puntazo en el escroto, sin que el torero reaccionara al haber perdido totalmente la consciencia. Sus subalternos acudieron rápidamente al quite y se llevaron al toro.

Según el parte facultativo facilitado por el doctor Eduardo Ayestarán, jefe del equipo médico de la enfermería del coso de Illunbe, Prados sufrió «traumatismo craneoencefálico con pérdida de consciencia incluso de movilidad momentánea, aunque posteriormente la recuperó, otorragia (hemorragia) en el oído izquierdo y desgarro en la bolsa escrotal».

En la misma corrida fue cogido otro de los matadores, el jerezano Juan José Padilla.