A juicio de ELA, la política de Lakua «carece de ideas» porque «es propagandística»
Según el sindicato ELA «la dramática paradoja es que la temporalidad se reduce para pasar directamente al desempleo», porque en los temas de política real «son los intereses de la patronal los que mandan». «Los límites de Lakua vienen dados por el pacto con el PP», añade.
Iñaki SALABERRI
Según denunció el sindicato ELA ayer, la acción política del Gobierno de Lakua en materia económica y social «se caracteriza por su componente mediático y propagandístico», como resultado de «la falta de propuestas y alternativas». Por ello, el sindicato añadió que la política realizada «está carente de ningún contenido para paliar el vacío de ideas».
Además, las medidas anunciadas por Lakua, las cuales tienen que ver con reducciones presupuestarias, son «completamente inaceptables» para ELA, «máxime en una coyuntura de recesión como la que vivimos». Asimismo, señaló que «resulta evidente que los límites de la política social y económica del PSE vienen de la mano de su pacto con el PP» y puso como ejemplo la intención de Lakua de continuar con las políticas fiscales regresivas realizadas en los últimos años que «han beneficiado a los empresarios y a quienes tienen rentas altas».
«Sólo vemos continuidad»
Sobre el hecho de que el nuevo ejecutivo no haya reformado políticas que en su día aplicó Ibarretxe, ELA opina que «es darlas por válidas a todas». En ese sentido añade que sólo ven «continuidad». Además, cree que «las apelaciones hechas por López al logro de poner en marcha las mesas de diálogo social no son más que propaganda», porque «en los temas de política real son los intereses de la patronal los que mandan».
En relación a la precariedad consolidada en el mercado de trabajo, ELA explicó que «el Gobierno no ha planteado nada, escudándose en unas mesas de diálogo de las que conoce su resultado», y condenó que la patronal, reforma tras reforma, «haya obtenido una contratación precaria a su medida». Respecto a la alta temporalidad, el sindicato calificó las reformas como «la excusa para destruir derechos» y añadió que «muy al contrario de lo anunciado por quienes las apoyaron, la temporalidad no se reduce». Por último, sentenció que «sólo de quien se sabe protegido por el poder político se puede entender la arrogancia de la patronal» para exigir reducciones salariales y rebajas en el gasto social.
Para ELA, reforma tras reforma, «la patronal ha obtenido una contratación precaria a su medida», mientras la temporalidad ha sido «la excusa para destruir derechos» sin que la temporalidad se haya reducido.