Txanba Payés Poeta salvadoreño residente en Euskal Herria
Centroamérica en el golpe de estado en Honduras
El golpe de estado en Honduras nos recuerda a todos los países latinoamericanos que el poder real sigue estando en manos de las Fuerzas Armadas Nicaragua está dentro del ALBA y Honduras también. ¿Se imaginan que hubiera entrado El Salvador al ALBA? ¿Y si el presidente de Guatemala se plantease lo mismo?
Se ha dicho recientemente que el golpe de estado en Honduras se llevó a cabo para dar una clara advertencia a todos aquellos países latinoamericanos donde los pueblos, por medio de elecciones, quieren que gobiernen partidos o movimientos de izquierdas. Movimientos de izquierda que, si no lo son, pues se le parecen o se acercan a ese amplio abanico progresista.
Ya se sabe que para los gringos no hay gobierno más «radical» y «comunista» que aquél que no se alinee junto a sus políticas de expansión y de intervención. He aquí que los gobiernos de dos países centroamericanos se han puesto a «temblar» con el golpe de estado. El mensaje ha llegado claro no sólo a Centroamérica, sino también a todo el continente latinoamericano.
Guatemala. En Guatemala meses antes se había intentado por medio de un magnicidio entorpecer la gobernabilidad del país. El delito del presidente Álvaro Colom ha sido y es su apuesta en favor de las clases más desfavorecidas. Y todos sabemos a estas alturas que, en ese país, donde la inmensa mayoría de la población originaria de esas tierras pertenece a los mayas, son éstos quienes han pagado y pagan las consecuencias de las políticas represivas y racistas de casi todos los gobiernos que ha habido en ese país.
Fue precisamente de Honduras desde donde salieron los aviones para bombardear al país hermano cuando en 1954 se le hizo el golpe de estado a Arbenz. En la trastienda estaban los mismos de siempre, los gringos. Son la oligarquía y la burguesía corrupta de ese país los que, junto a las fuerzas militares, dictan las «normas». Y si alguien con empatía y «simpatía» a los pueblos originarios de Guatemala osa tener a estos en cuenta -craso error- se las verá con los racistas de siempre, con la oligarquía y con sus lacayos militares. Con la ayuda inestimable de los de siempre.
El Salvador. En este país, recientemente el FMLN ha ganado las elecciones. ¿O es Mauricio Funes quien ha ganado las elecciones con la ayuda de un partido político de izquierdas y reformista? Da igual cómo sea, el caso es que hoy está en el Gobierno de El Salvador el FMLN. Sin embargo, el «control», mejor aún, el poder real, sigue en manos de la oligarquía y del Ejército.
Y es aquí donde entra en juego el golpe de estado en Honduras. Nos recuerda a todos los países latinoamericanos que el poder real sigue estando en manos de las Fuerzas Armadas. Alguien ha despertado, otra vez, a las bestias que dormían en una jaula de cristal, añorando tiempos pasados. Con el golpe de estado en Honduras esas bestias se frotan las manos y saltan en sus jaulas con ímpetu, sintiéndose, de nuevo, los «héroes de la patria». Todo gracias a las políticas intervencionistas made in USA.
Nicaragua. Éste es el verdadero problema para los gringos. Ya los expulsó Sandino en 1933, y el Frente Sandinista derrocó en 1979 al dictador puesto por los gringos, Anastasio Somoza. Es la Nicaragua sandinista la que le está mostrando al resto de países de Centroamérica que sí se puede y se debe ser libres e independientes. Que la soberanía de los países centroamericanos está en las manos de los pueblos de la cintura de ese continente.
Nicaragua está dentro del ALBA y Honduras también. ¿Se imaginan que hubiera entrado El Salvador al ALBA? ¿Y si el presidente de Guatemala se plantease lo mismo?
Centroamérica es una zona estratégica para los yanquis, y Honduras, mejor dicho, las oligarquía, la burguesía y los militares de ese país, siempre se han prestado a los servicios maquiavélicos y sanguinarios de los Estado Unidos. Pero esta vez no pasarán.