Maite SOROA | msoroa@gara.net
A los sevillanos se lo cuentan así
La cantidad de disparates que protagonizan estos días ertzainas, policías y políticos en relación a las fotografías de presos, actos reivindicativos o, simplemente, festivos, resultan difíciles de vender ante la opinión pública vasca. Otra cosa es la española. Para eso cuentan con editorialistas como el de «Diario de Sevilla», que ayer daba su ración de adormidera a las lectoras y lectores.
Según el «especialista» del citado rotativo, «el justo y necesario rigor legal y policial contra los jaleadores de ETA en San Sebastián representa la esperanza de futuro encarnada en el nuevo Gobierno vasco encabezado por López y hecho posible por el ejemplar pacto entre el PSOE y el PP». Ya ven el tono de la cosa. Y lo mejor es que le zurran la badana... a Iñaki Azkuna. No se lo pierdan.
Le acusan de merengón porque «se ha opuesto a la petición del PP de que sean cerradas las txoznas (casetas) que exhiban carteles de apoyo a ETA. Y nada ha hecho para impedir la persona elegida por la comisión de comparsas para dar el chupinazo que abre la Semana Grande bilbaína sea la hermana de un etarra condenado a 48 años de cárcel por matar a un guardia civil. Se trata de un hecho tan escandaloso y provocador que, aunque el nombramiento no fuera responsabilidad del Ayuntamiento, sí lo era el impedirlo». Aún hay más melonadas.
Tampoco es un alarde de originalidad escribir el editorial como si de un guión de cine del Oeste se tratara: «Como esto sucede en el Tombstone que es el País Vasco, donde al parecer aún quedan quienes están dispuestos a defender sus argumentos como en el salvaje Oeste, en el Ayuntamiento se ha recibido una bala junto a una fotografía de la hermana del asesino. El alcalde lo ha calificado, con toda razón, de `hecho despreciable que atenta contra la libertad y la seguridad de las personas'. Aunque hay que recordarle que, de momento, quienes atentan prácticamente contra la vida y la seguridad de las personas, y no sólo a través de amenazas, son los etarras, su entorno político, los ciudadanos que se manifiestan apoyándolos, las casetas que exhiben fotografías de etarras y quienes eligen a la hermana del asesino de un guardia civil para que dé el chupinazo». O sea, que las txosnas atentan. Estos tíos están muy, pero que muy dañados.