Un accidente en la mayor central hidroeléctrica de Rusia causó ayer la muerte de al menos 10 trabajadores y heridas a 14. Otros 72 estaban desaparecidos. Un cambio inesperado en la presión del agua provocó la ruptura de unos conductos que inundaron partes de la central de Sayano-Shushenskaya, en la región de Jakasia, cerca de la frontera con Mongolia, a unos 4.300 kilómetros al este de Moscú.

«No sabemos nada de 72 personas. Es posible que haya gente en las galerías inundadas. Los socorristas localizaron a una persona», señaló Andrei Klyuvev, del Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia en Siberia. Advirtió que muchas otras personas podrían haber quedado atrapadas por la inundación.

La compañía admitió que el incidente costará «miles de millones de rublos» y que se tardará meses en restablecer el funcionamiento.

Numerosas empresas se quedaron sin suministro energético, como la UC Rusal, propiedad del multimillonario y mayor productor de aluminio de Rusia Oleg Deripaska.

El analista Konstantin Reily, de la empresa Finam, cifró en hasta 3.000 millones de dólares el coste que supondrá sustituir las unidades afectadas por el accidente.