Rusia recula y avala ahora la tesis de secuestro del carguero «Arctic Sea»
La desaparición del «Arctic Sea» sigue envuelta en cierto misterio. Tras su hallazgo el domingo en aguas de Cabo Verde, el ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, negó que se tratara de un secuestro. Horas después, avaló dicha tesis y anunció el arresto de ocho presuntos piratas.
GARA
La desaparición a finales de julio del carguero «Arctic Sea», propiedad de una empresa finlandesa pero con bandera maltesa y 15 tripulantes rusos a bordo, se debió, según declaró ayer el ministro ruso de Defensa, Anatoli Serdiukov, a un secuestro. Horas antes, al anunciar la aparición del navío a unos 550 kilómetros de Cabo Verde, había afirmado que los marineros «sanos y salvos, no estaban bajo control armado». Dijo que daría más detalles tras los interrogatorios.
En su siguiente comparecencia, corrigió sus propias palabras y avaló la tesis del secuestro. Explicó que «el 24 de julio a las 23.00, en aguas territoriales suecas, una lancha con motor y con cuatro estonios, dos letones y dos rusos se acercó al `Arctic Sea'. Esas personas abordaron el carguero y mediante la amenaza de las armas exigieron que la tripulación obedeciera sus órdenes incondicionalmente». Al parecer, les ordenaron dirigir el barco hacia África. Su destino original debía haber sido el puerto de Bejaia en Argelia.
El «Arctic Sea», con un cargamento de madera de un valor estimado en más de un millón de euros, había zarpado el 23 de julio de Jakobstad (Finlandia). El 31, cuando abandonaba la zona del Canal de la Mancha, dejó de dar cualquier señal.
Los ocho presuntos piratas fueron arrestados después de que el buque de guerra ruso «Ladny» tomara el control del carguero en un lugar no precisado frente a las costas de Cabo Verde. Serdiukov señaló que estaban siendo interrogados a bordo del `Ladny» y que los 15 tripulantes fueron trasladados en barco a la isla de Sal, desde donde estaba previsto que un avión ruso los llevara a Moscú. Unos 20 países están implicados en la investigación en curso en Helsinki. Los expertos han analizado todo tipo de hipótesis para esclarecer esta misteriosa desaparición. Una nueva forma de piratería, un ajuste de cuentas entre mafiosos, tráfico de droga o una disputa comercial que habría acabado mal son algunas de las posibilidades barajadas por los expertos.
Fuentes de la UE reconocieron que no podían explicar por qué la empresa dueña del buque no avisó, hasta cuatro días después, de la comunicación recibida acerca de que hombres armados habían abordado el mercante en aguas suecas.
Por el momento, la empresa Solchart Management, con sede en Helsinki, guarda absoluto silencio. El viernes, su director, Viktor Matveïev, declaró a AFP que lo ocurrido supone «una enorme tragedia» para esta sociedad de reciente creación.
Un jurista del registro mercantil finlandés, Raimo Levistö explicó que Solchart Management fue registrada el 18 de junio en Helsinki con un capital de 15.000 euros y 1.000 acciones. Tres ciudadanos rusos conforman el consejo de administración; Viktor Matveïev, Alexeï Starodoubov y Vladimir Voronov. Contactada por teléfono por la agencia de noticias, la empresa se negó a responder a cuestiones relacionadas con la desaparición del «Arctic Sea». «Consulte la página web de la compañía. Ahí encontrará toda la información, así como el historial de Solchart», respondió un hombre en ruso.
La primera referencia -«Declaración sobre la desaparición del `Arctic Sea'»- es del día 11. En ella, Matveïev pedía ayuda a Rusia. Al día siguiente, el presidente, Dmitri Medvedev, ordenó a las Fuerzas Armadas encontrar el buque por todos los medios. La mayoría de las notas de prensa son del día 17 y contienen mensajes de apoyo a Solchart y Matveïev. GARA
El editor del «Boletín Marítimo-Sovfrajt», Mijaíl Voytenko, insistió en que el secuestro podría estar relacionado con el cargamento real del buque que, según la prensa, podía llevar armas, misiles o incluso materiales radiactivos.
