Negar la realidad y castigar la solidaridad
Miliband, egia esateagatik erasoa
El cultivo de la irritación
Donde los gobiernos pretenden hacer ver brotes verdes, Antonio Álvarez-Solís ve motivo de irritación; sin embargo, observa con decepción que «las masas han sido hibernadas y se lamen las uñas en espera del mes de marzo», las masas que «han devorado a los individuos».
Las explicaciones de Carnicero
Veraneo en el sur
Todo tiene su precio
No sorprenderá a nadie saber que las empresas agroquímicas llevan años ganando enormes beneficios económicos con sus ventas de herbicidas varios a explotaciones ganaderas para que «eliminen» directamente la romaza y la acedera
Bilboko bankuak barre-algaraka
Banku jabeek eta enpresaburuek oraingoz, trantsizioari esker, ez dituzte garai hartan egindako zuzengabekeriak ordaindu behar izan
Txupin re(b/g)ozado, ¡sí!
Vivimos en una sociedad que defiende la salud y la asepsia hasta un extremo patológico. Rehuímos el contacto físico reduciéndolo a momentos totalmente ritualizados; escondemos los «defectos», la vejez... Manchémonos, contaminémonos. Exploremos los límites entre nuestra voluntad y nuestro cuerpo, porque, si en algún lugar ha de ser, será ahí donde encontremos nuestra libertad