A sus 65, Jean-Jacques Annaud ha aceptado el encargo de una productora de Pekín, Beijing Forbidden City Corp, para llevar a la pantalla grande «El tótem del lobo», un libro de Jiang Rong, seudónimo de un profesor universitario jubilado llamado Lu Jiamin, que ha sido traducido en muchos países y constituye un verdadero fenómeno social en China desde su lanzamiento en 2004. Se han vendido más de 2,6 millones de ejemplares, aunque las copias piratas, muchas, están sin contabilizar.

Algunos han visto en este título una glorificación de la fuerza; otros, un grito de respeto al medio ambiente. Cuando Annaud leyó la versión francesa, quedó totalmente enganchado: había numerosos puntos en común entre su experiencia personal y la del autor del libro. «Recibo un guión o un libro por día, y la mayor parte de las veces se me caen de las manos», explicó en cineasta en China, donde busca localizaciones.

«El tótem del lobo», que describe el descubrimiento de un joven estudiante de Pekín de la Mongolia interior durante la Revolución Cultural, está basado en gran parte en la experiencia personal de Jiang Rong. «A los 20 años, fue a Mongolia Interior; yo, a África, a realizar el servicio militar», en palabras de Annaud. «Y de la misma manera que la Mongolia interior, su gente, su cultura, su entorno natural y sus animales cambiaron la vida de Jiang Rong, la mía se transformó en África».

Annaud prevé empezar a rodar en 2011, aunque estos días se encuentra embarcado en la exploración de la zona, acompañado por Jiang Rong, y a la búsqueda tanto de actores como de animales. «Mi técnica consiste en considerar al animal como un actor humano y utilizar el mínimo de efectos especiales», explicó el autor de «En busca del fuego» (1981), «El oso» (1988) y «Dos hermanos» (2004), un cuento de los tigres. Annaud se mostró entusiasmado por el dinamismo chino y por la belleza del entorno natural. «Esta es una parte del mundo que se encuentra actualmente camino de estar a la cabeza del mundo y es un placer para mí participar en ese movimiento», afirmó. «Yo no esperaba un libro tan preocupado por el medio ambiente en China, pero, al ver que este movimiento está apoyado por una amplia variedad de gente, como la que me he encontrado los últimos días, estoy absolutamente maravillado».