El libio Abdelbaset Alí Mohamed al Megrahi, único condenado por el atentado de Lockerbie en 1988, regresó a Libia tras ser excarcelado de la cárcel de Greenock, en Escocia, por motivos de salud. Tras el rechazo de su primer recurso en 2002, ayer el Gobierno escocés accedió a su demanda de liberación porque padece un cáncer de próstata y, según el pronóstico médico, le quedan tres meses de vida. «Es mi decisión que por razones médicas y de compasión regrese a Libia morir», declaró el ministro de Justicia, Kenny MacAskill, en una rueda de prensa de veinte minutos en la sede del Gobierno en Edimburgo.

«Soy consciente de que hay sentimientos profundos y que muchos no estarán de acuerdo con mi decisión, sin embargo, hay que tomar una. Megrahi se enfrenta ahora a una sentencia impuesta por un poder mayor. Es terminal, definitivo e irreversible. Va a morir», añadió. Alegó que el sistema judicial escocés «exige que se imponga justicia pero que esté disponible la compasión».

Megrahi, de 57 años, subió solo y sin ayuda la escalerilla del avión libio de Afriqiyah Airways que despegó del aeropuerto de Glasgow poco antes de las 15.30.

En 2001 fue condenado a cadena perpetua por el atentado contra el vuelo de la compañía de Estados Unidos PanAm que estalló sobre la localidad escocesa de Lockerbie, causando la muerte a 270 personas -los 259 ocupantes del avión y 11 personas en tierra-. En ese momento, Megrahi era jefe de seguridad de la compañía Libyan Arab Airlines en Malta. Los investigadores estadounidenses afirmaron que su cargo era una tapadera de su trabajo para los servicios secretos libios, acusación que él siempre negó y que no pudo ser probada en el juicio celebrado en Holanda en 2000.