Putin ordena revisar todas las infraestructuras estratégicas de Rusia
GARA
El trágico accidente en la mayor central hidroeléctrica de Rusia, en la región siberiana de Jakasia, ha obligado al primer ministro, Vladimir Putin, a ordenar la revisión de todas las instalaciones estratégicas del país. El último balance cifra en 17 los fallecidos y en 58 los desaparecidos. Los equipos de rescate seguían intentado encontrar supervivientes, aunque las posibilidades de hacerlo eran muy escasas.
Putin, que visitará hoy la central siniestrada, criticó «la falta de disciplina en el mantenimiento» de este tipo de infraestructuras. «Lo ocurrido evidencia la necesidad de realizar una inspección de todas las infraestructuras estratégicas y vitales», manifestó.
Las autoridades todavía no han determinado las causas del accidente. «Nunca había pasado algo así en una central eléctrica. Es inexplicable», remarcó el ministro de Energía, Serguei Chmatko. «Este accidente es único, no comprendemos su naturaleza. Muchos de nuestros socios, incluidos extranjeros, nos han pedido permiso para comprobar in situ las estructuras de la central y evitar que algo similar se repita», añadió.
Alrededor de 2.000 personas, entre socorristas, expertos y trabajadores, seguían limpiando la zona de escombros.
La central de Sayano-Shúshenskaya, a unos 4.300 kilómetros al este de Moscú, fue construida hace 30 años en tiempos de la Unión Soviética. Era la obra más grande de su tipo en el país y una de las importantes a nivel mundial.
Las autoridades insistieron en que la estructura de la gigantesca presa no sufrió daños.
El ministro de Recursos Naturales, Iouri Troutnev, afirmó que no se produjo ningún desastre ecológico. Sin embargo, la fuga de productos derivados del petróleo ha provocado la muerte 400 toneladas de trucha.
Supersticiones
En tan sólo dos días, la ciudadanía rusa ha tenido que digerir el trágico accidente de la central, un atentado suicida en Ingushetia y la colisión mortal en pleno vuelo de dos aviones-caza.
A ello se añaden los accidentes de tráfico y el embarazoso fracaso del Ejército en el lanzamiento de un prototipo de misil intercontinental.
Para los observadores, estos hechos tienen un aire de la era postsoviética, que se explica por el persistente desfase entre la sed de modernización de Rusia y sus infraestructuras estatales profundamente degradadas.
La prensa popular, sin embargo, culpó a una especie de maldición vinculada a agosto.
Por contra, en su titular de primera página del miércoles el semanario «Novaia Gazeta» remarcó que «No es por el mes de agosto».