La Policía informa de dos zulos más sin concretar cómo ha dado con ellos
Otros dos zulos atribuidos a ETA fueron encontrados ayer por la Policía francesa sin que se detallará qué es lo que les llevó a dar con ellos. El primero estaría situado cerca de Montpellier y el otro en Burdeos, a unos 500 y 700 kilómetros, respectivamente, del lugar en el que se arrestó a los presuntos militantes de ETA Aitzol Etxaburu, Andoni Sarasola y Alberto Matxain. TVE afirmó que podrían ser cinco los zulos hallados en un radio de «cientos de kilómetros».
GARA
Como ya presagiaba el miércoles el ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, dos nuevos zulos que se vinculan con ETA fueron localizados en la jornada de ayer en el Estado francés. Los dos estarían relacionados con el operativo que se inició el miércoles con los arrestos de los presuntos militantes de ETA Aitzol Etxaburu, Andoni Sarasola y Alberto Matxain, en los Alpes, y con el hallazgo de otro zulo en el Pirineo francés.
El primero de los zulos encontrados ayer por la Policía Judicial francesa estaría situado en Camplong, en las cercanías de Montpellier, mientras que el segundo se encontraba en la zona de Burdeos, mucho más cerca de Euskal Herria. Entre estos dos puntos existen alrededor de 400 kilómetros de distancia y en ningún momento se ha precisado qué ha sido lo que ha llevado a dar con ellos al mismo tiempo.
Según la versión difundida por las FSE españolas, estos hallazgos «se dan tras el arresto de Etxaburu, Matxain y Sarasola»; ambos lugares también se encuentran a una distancia considerable de Le Corbier, estación de esquí ubicada en el municipio de Villarembert, donde se llevaron a cabo las detenciones; concretamente, Camplong se encuentra a unos 500 kilómetros y Burdeos, a más de 700 kilómetros. Lo mismo ocurre con el zulo encontrado el miércoles en Ferrières, que está a más de 800 kilómetros de la estación alpina.
La vinculación entre los detenidos y los zulos no fue concretada ni por las fuentes policiales citadas por las agencias de información ayer ni por las comparecencias que ofrecieron el miércoles el ministro de Interior francés, Brice Hortefeux, y su homólogo español, Alfredo Pérez Rubalcaba. La información oficial aseguraba que los tres ordenadores incautados en la vivienda de Le Corbier contaban con un programa de encriptación que dificultaría descifrar de manera rápida su contenido.
No obstante, después de que Rubalcaba y el fiscal de la Audiencia Nacional vaticinaran el miércoles el hallazgo de algunos zulos, TVE, en su telediario del mediodía, indicaba que podrían ser hasta cinco los depósitos que se iban a localizar en un radio de «muchos kilómetros».
Material explosivo
Según el ministerio que dirige Pérez Rubalcaba, en el segundo de los escondites localizados ayer se encontraron herramientas para la fabricación de artefactos explosivos y diversa documentación. En torno al material explosivo encontrado en el primer zulo, en el término municipal de Camplong, el baile de cifras fue considerable: por ejemplo, mientras que el departamento de Interior determinaba en diez kilos el nitrato amónico, nitrato sódico, alcohol y acetona encontrado, el diario ``El País'' en su edición digital aseguraba que se habían incautado de hasta 500 kilos.
Asimismo, indicaban que en el interior del zulo había componentes electrónicos, así como dos revólveres, dos cajas de mil cartuchos, un silenciador, 83 detonadores y 450 metros de cordón detonante, elemento empleado para la confección de bombas lapa.
A lo encontrado ayer por la Policía Judicial francesa, que según inciden cuenta con «información» de la Comisaría General de Información de la Policía española, habría que sumarle los cien kilos de explosivos hallados el miércoles en el zulo ubicado en los Pirineos franceses, así como lo incautado en la vivienda que ocupaban los tres ciudadanos vascos.
El ondarruarra Aitzol Etxaburu, el lesakarra Andoni Sarasola y el iruindarra Alberto Matxain continuaban ayer en dependencias policiales de Lyon, a la espera de ser trasladados a la capital francesa. También se conocía ayer que las autoridades francesas habían prolongado en 24 horas el periodo de detención. Se trata de un trámite habitual que se suele realizar todos los días hasta que los arrestados cumplen su cuarto día en manos de la Policía francesa.
Ocupación militar en Lesaka
Pese a la presión policial, las protestas por estos arrestos se siguen sucediendo en sus localidades natales. En Lesaka, de donde es natural Sarasola, cerca de un centenar de vecinos intentó poner de manifiesto el miércoles su rechazo ante estos arrestos pero, como denunciaron testigos a GARA, se encontraron con que el pueblo «estaba tomado por la Guardia Civil». Precisaron que eran 120 los efectivos de diferentes unidades que este cuerpo militar mantiene en activo en Nafarroa que se desplazaron hasta el pueblo. Así lo confirmó después la delegada del Gobierno español, Elma Sáiz, al propio alcalde del municipio.
Una vez que los vecinos celebraran dentro del ayuntamiento una asamblea informativa, la movilización posterior tuvo que ser suspendida, ya que la Guardia Civil grabó a todas las personas que estaban presentes y amenazó con cargar y detenerlas.
Por su parte, la izquierda abertzale de Lesaka indicó «haber constatado también la vuelta al franquismo» y convocó otra movilización para mañana, que partirá a las seis de la tarde de Plaza Zaharra.
En Ondarroa también se llevarán a cabo movilizaciones hasta la jornada de mañana.
Durante la tarde de ayer la agencia de información France- Presse dio cuenta durante una hora de que había tres arrestados más en las cercanías de Montpellier. La propia agencia lo desmintió después.
Varios encapuchados colocaron durante la noche del lunes una barricada de fuego en la calle Artabide de la localidad vizcaína de Ondarroa, de donde es natural Aitzol Etxaburu, uno de los detenidos el miércoles en los Alpes franceses. Concretamente, según la información ofrecida por las agencias, un grupo de encapuchados cruzó varios contenedores a los que prendieron fuego después.
El Departamento de Interior de Lakua también apuntaba que trataron de quemar dos sucursales bancarias situadas en la zona y precisaba que no consiguieron darles fuego, pero sí romper las lunas de una de ellas.
Los altercados se produjeron sobre las 23.15 del miércoles y varios vecinos alertaron a la Ertzaintza de los sucesos. La Comisión Gestora formada por el PNV que «gobierna» este municipio costero después de que la primera fuerza, la izquierda abertzale, fuera ilegalizada, no tardó en condenar el sabotaje, del que dijo que «enturbia la convivencia pacífica» en la localidad.GARA
El grito de «Jon gogoan zaitugu!» -en alusión al militante de ETA Jon Anza desaparecido desde hace más de cuatro meses- fue captado por las cámaras de televisión cuando los tres ciudadanos vascos eran trasladados, con sus rostros cubiertos por sus captores, desde la vivienda en la que fueron arrestados hasta la comisaría de Lyon.
Los tres ciudadanos vascos tuvieron que permanecer como testigos durante toda la jornada del miércoles en el piso de la estación de esquí de Corbier Villarembert, en los Alpes, mientras la Policía Judicial registraba la vivienda. Fue a última hora de la tarde y ante numerosos medios de comunicación y vecinos de la zona, los tres fueron llevados a dependencias policiales.GARA
La Policía española requisó las fotos de los presos en la concentración en la que participaron 60 personas. En Iturrama fueron 46, 27 en Antsoain y 52 en Alde Zaharra de Iruñea.