El Ayuntamiento de Donostia ha comenzado a retirar mobiliario urbano tratado con creosota de un centro escolar de la capital guipuzconoa, después de que el grupo ecologista Eguzki denunciase hace meses la peligrosidad de esta sustancia. En concreto, se trata de los bancos y farolas situados en la Ikastola Intxaurrondo.

Eguzki ya denunció en abril la presencia de material urbano tratado con creosota en diferentes puntos de la ciudad, poniendo énfasis en el hecho de que entre ellos se encontraban diversos centros y zonas de juego infantil.

En ese sentido, criticaron la actitud del Consistorio donostiarra, ya que en un principio la denuncia no fue tenida en cuenta e incluso desde la concejalía de Mantenimiento Urbano se llegó a negar la presencia de materiales con creosota en la ciudad. «Ha tenido que mediar la denuncia de un particular y la mayor sensiblidad del Departamento municipal de Educación para que se trate el asunto con la necesaria seriedad y eficacia», denunció Eguzki a través de un comunicado remitido a los medios de comunicación.

No obstante, desde el grupo ecologista no dudaron en «aplaudir» la sustitución de los materiales con creosota, aunque al mismo tiempo censuraron «la inoperancia del Ayuntamiento con respecto a otras zonas escolares, deportivas y de esparcimiento en las que también presumimos la existencia de mobiliario tratado con creosota», apuntaron en referencia al Instituto Manteo, el campo de fútbol de Matigotxotegi o la recién inaugurada petanca en el parque Siustegi.