El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insistió ayer durante su encuentro en Londres con su homólogo británico, Gordon Brown, en que continuará construyendo nuevas viviendas para colonos sionistas en Jerusalén Este, destacando que no aceptará «limitaciones en nuestra soberanía» sobre esta zona, ocupada ilegalmente desde 1967.

«Jerusalén no es un asentamiento, sino la capital soberana del Estado de Israel, que no aceptará límites en su soberanía. Hemos estado construyendo Jerusalén durante 3.000 años», señaló Netanyahu.

Asimismo, el primer ministro israelí destacó que los 250.000 colonos de Cisjordania «necesitan guarderías y casas para sus familias, aunque esto no tiene por qué significar nuevas expropiaciones de tierras palestinas».

Acusación de tráfico de órganos

La gira europea de Netanyahu coincidió con la publicación en el diario sueco «Aftonbladet» de una información que vincula al Ejército israelí con el tráfico ilegal de riñones de palestinos destinados a transplantes.

El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, rechazó la demanda israelí de actuar contra «Aftonbladet», destacando que «en la democracia sueca no corresponde al Gobierno comentar los contenidos de la prensa, ya que hay libertad de expresión».

Sin embargo, el Ministerio sueco de Justicia recibió dos quejas contra «Aftonbladet» y deberá decidir si esta información se ajusta a las leyes que regulan la libertad de expresión, que prohíbe «amenazar o despreciar a un grupo de población en función de su raza, su color, su origen nacional o étnico».