CRíTICA música
Un tándem de altura
Mikel CHAMIZO
La del lunes fue una lección de dirección de Ivan Fischer y de “saber-ser-dirigida” por la Orquesta del Festival de Budapest. La “Sinfonía” nº7 de Dvorak fue, en el plano técnico, perfecta: articulaciones modélicas, equilibrio instrumental, planos dinámicos límpidos, fraseos... todo fue exigido con un gusto exquisito por parte de Fischer y servido con facilidad pasmosa por su orquesta, sin caer jamás en la cacharrería en que se convierte a veces la carrera de climaxes que es esta sinfonía. Los accelerandi y cambios extremos de tempi que exigió en la “Obertura sobre temas hebreos” de Prokofiev -discutibles, pues esto no es una czarda húngara, sino música yiddish- fueron realizados como si el sentido rítmico de los instrumentistas estuviera ligado por un hilo invisible a la batuta de Fischer. Y, en el delicadísimo segundo movimiento del “Concierto para violín” nº2 de Bartók, construyó las complejas texturas orquestales con un preciosismo abrumador. Fischer, que es un tío con ideas brillantes, es también uno de los pocos Kapellmeister que quedan en Europa: lleva trece años –y los que le quedan– al frente de su orquesta, que cuenta con músicos magníficos, y ese conocimiento y respeto mutuo se nota, y sobre todo se escucha. Patrick Alfaya dejó entrever en la entrevista que concedió a gara que le gustaría tantear a la Orquesta del Festival de Budapest para que se haga habitual (¿residente?) de la Quincena Musical. ¡Que lo consiga, Dios bendito! El Kursaal se convertiría, entonces, en lugar de peregrinaje.
Sería injusto terminar este comentario sin hablar de Leonidas Kavakos. En mi opinión es el mejor entre los violinistas de su generación –cuarenta y pocos años–, y hablamos de nombres como Bell, Repin, Zimmermann o Zehetmair. Su interpretación de Bartók fue, sencillamente, extraordinaria: fuerte, ruda, lúdica en los movimientos extremos y sumamente delicada en el central. Y además mostró su connivencia con las ideas expresivas de Fischer, que hace el mejor Bartók de la actualidad. El resultado fue redondo.