El presidente afgano, Hamid Karzai, mantiene una ligera ventaja sobre su más directo rival, su ex ministro de Asuntos Exteriores Abdullah Abdullah, según los resultados parciales de las elecciones del jueves pasado, con el 10% de los votos escrutados -tanto en las provincias de mayoría tayika (norte) como pashtún (sur)-, dados a conocer ayer por la Comisión Electoral Independiente (IEC). Entretanto, otros seis candidatos denunciaron «fraude generalizado e intimidación» durante la jornada electoral.

El director de la Comisión, Daud Alí Najafi, informó en rueda de prensa de que Karzai tendría el 40,6% de los votos, frente al 38,7% de Abdullah. El presidente saliente necesita conseguir más del 50% de los sufragios para evitar una segunda vuelta, que se celebraría a principios de octubre. De confirmase la tendencia de voto ofrecida ayer, aunque la situación «podría dar un vuelco», según Najafi, sería necesario celebrar una segunda vuelta entre Karzai y Abdullah, quien de momento en la primera parece haber mejorado los pronósticos de las encuestas previas.

Según los datos revelados ayer, Karzai recibió 212.927 votos mientras que Abdullah obtuvo 202.889. Por detrás se situarían el ex ministro de Planificación Ramazan Bashardost, con 53.740 votos, y el antiguo ministro de Finanzas Ashraf Ghani, con 15.143 papeletas. Asimismo, la Comisión Electoral indicó que hasta ahora se han contado 524.444 votos válidos y que en los próximos días se publicarán más resultados parciales. Las cifras definitivas se conocerán a mediados de setiembre.

Pero los resultados difundidos ayer no son muy significativos, ya que sólo equivalen al 10% del total de los votos emitidos en los segundos comicios presidenciales directos en Afganistán desde la invasión del país y la caída del régimen talibán, y sobre los cuales pesan sospechas de fraudes masivos. Además, no incluyen el recuento en algunos de los teóricos feudos de Karzai, como Herat y Badghis, en el oeste, o las provincias pashtunes de Uruzgan y Khost, pero tampoco en algunas de las zonas más afines a Abdullah, en el norte.

Antes del anuncio de la Comisión, Abdullah Abdullah había pedido a los afganos que reaccionaran con calma. «Pido a los afganos (...) que sean pacientes y muestren responsabilidad. Creo que la gente no quiere recurrir a la violencia», afirmó.

Hasta el momento la Comisión Electoral de Quejas (ECC) ha recibido cerca de 800 denuncias por fraude e irregularidades durante las elecciones del jueves, de las que 54 se consideran muy serias. Abdullah aseguró que tiene pruebas de que la votación fue amañada en favor de Karzai y que ha presentado reclamaciones a la ECC para que realice una investigación.

En una rueda de prensa celebrada en Kabul, el ex ministro mostró a los periodistas vídeos y fotografías que demostrarían el presunto fraude electoral. «Bajo ninguna circunstancia permitiré a nadie que decida la votación sobre la base de las anomalías cometidas», manifestó. Abdullah explicó que las imágenes fueron tomadas en el distrito de Andar, un bastión talibán situado en la provincia de Ghazni, en el sur del país.

Además, urgió a la comunidad internacional a garantizar la credibilidad del proceso electoral. «Si se ignora el fraude, éste es el tipo de régimen que se impondrá en Afganistán en los próximos cinco años», advirtió.

Por su parte, otro de los candidatos presidenciales, Mirwais Yasini, indicó a la BBC que varios trabajadores de su campaña han descubierto unas 800 papeletas con su nombre señalado que cree que fueron retiradas de las urnas, y dijo haber entregado las pruebas a la ECC.

Más denuncias de fraude

Además de Abdullah, otros seis candidatos a la Presidencia afgana denunciaron ayer que las elecciones estuvieron marcadas por «el fraude generalizado y la intimidación», aunque en su declaración conjunta, al contrario que el ex ministro de Asuntos Exteriores, no acusan a Karzai.

«La Comisión Electoral ha recibido más de 400 quejas hasta ahora, y más de 40 de ellas son posiblemente lo suficientemente importantes para afectar al resultado» de las elecciones, afirman Ashraf Ghani Ahmadzai, Mirwais Yasini, Motasem Billah Mazhabi, Sayed Jalal Karim, Frozan Fanah y Bismillah Shir.

En su nota, recogida por la agencia afgana Pajhwok, los candidatos aseguran que muchas de las denuncias «cuestionan seriamente la legitimidad y credibilidad de los resultados». «Los afganos quieren que su voz se escuche y sus preguntas deben ser respondidas por la Comisión Electoral y los observadores internacionales», añaden.

La Comisión Electoral dijo haber tomado nota de las irregularidades, pero aclaró que los votos computados hasta ahora proceden de áreas en las que no se han registrado quejas, por lo que, en teoría, están «limpios».

«Política al estilo afgano»

Pero el enviado especial de EEUU para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, restó importancia a las acusaciones de fraude al considerar que éstas forman parte de la «política al estilo afgano», según informó la cadena estadounidense CNN. Recordó que en EEUU también suelen darse denuncias de fraude electoral. «No nos debe sorprender que la democracia sea imperfecta», dijo.

Holbrooke pidió a los observadores internacionales que esperen a conocer los resultados de las elecciones presidenciales para concluir sus investigaciones sobre el presunto fraude.

Por otro lado, estimó que todavía es demasiado pronto para anunciar quién es el vencedor. «Estas elecciones no han terminado», argumentó. En su opinión, nadie puede proclamar un ganador mientras no termine el recuento de votos y se analicen las denuncias por fraude.

También el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, se refirió a las elecciones afganas al pedir a los principales aspirantes a la Presiden- cia que afronten «con responsabilidad» el proceso y el anuncio de los resultados. Dijo que los comicios se llevaron a cabo «incluso mejor de lo esperado», y añadió que «lo importante ahora es que las elecciones se consideren creíbles en Afganistán».