Medvedev reclama políticas para los jóvenes para frenar la insurgencia en el Cáucaso
El presidente ruso, Dmitri Medvedev, ha reclamado a las autoridades de las repúblicas norcaucásicas políticas dirigidas a los jóvenes para disuadirles de incorporarse a la insurgencia islamista, a la que instó a «eliminar».
GARA
El presidente ruso, Dmitri Medvedev, abogó el viernes por la educación, incluida la religiosa, de los jóvenes en las repúblicas del Cáucaso norte, durante una reunión con sus dirigentes políticos y líderes religiosos.
Medvedev destacó que «lamentablemente, muchos jóvenes caen bajo la influencia negativa de elementos extremistas, quienes emplean la religión musulmana con otros propósitos y los incitan a engrosar formaciones armadas» y agregó que «el Estado se esfuerza por poner en práctica la educación religiosa y eso también incluye a la musulmana».
Se declaró partidario de introducir un programa para trabajar con los jóvenes de la zona del Cáucaso norte, donde en los últimos tiempos han aumentado considerablemente las acciones de la insurgencia armada contra personas e instituciones.
Empleo y descanso normal
El programa del trabajo con los jóvenes, «además de los aspectos educativo-religiosos, debería incluir medidas para garantizarles empleo y un des- canso normal, moderno y, al mismo tiempo, moralmente correcto», opinó Medvedev, quien recordó que en el Cáucaso Norte se construyeron cientos de mezquitas y cada año participan en las actividades musulmanas unos 15.ooo peregrinos.
«De ninguna forma debemos llamar a los radicales `extremistas islámicos', pues se trata de bandidos, un término que de por si carece de contenido religioso, aún cuando en la cabeza de esas personas haya convicción de que actúan como verdaderos musulmanes», apuntó.
Por su lado, el presidente de Ingushetia, Yunus-Bek Yevkurov, que aún se recupera de un ataque suicida con bomba en junio, opinó que el wahabismo (la interpretación más radical del Islam, practicada en Arabia Saudí) constituye una seria amenaza para la estabilidad en la zona. «Bajo su influencia la juventud se va a los bosques con las armas en la mano», destacó Evkurov, quien explicó que eso se debe a que «nosotros perdimos la guerra ideológica en la década de 1990, por eso es necesario llevar a un nuevo nivel el trabajo de carácter ideológico, sobre todo, entre los adolescentes».
Todos los ámbitos
Yevkurov dijo que la militancia islámica sería imposible de combatir sin un mayor apoyo del Kremlin. «Ha calado en todas los ámbitos de la sociedad. Hoy (...) representa una seria amenaza para la paz y el orden en la república y en la región en su totalidad, es imposible no percibirla», sostuvo Yevkurov.
El presidente prorruso de Chechenia Ramzan Kadirov, indicó a Medvedev que se necesitaba una nueva estrategia.
«Ellos matan, hacen estallar cosas, ellos son demonios (...) Sabemos que estamos cometiendo errores», sostuvo.
«Debemos hacer todo lo que podamos para alcanzar una victoria espiritual», añadió.
Mientras televisiones locales mostraba imágenes del encuentro en Sochi, agencias de noticias emitían reportes de intensos tiroteos entre las fuerzas de seguridad y hombres armados en la república de Kabardino-Balkaria.
Además de la inmediata amenaza de desestabilización en todo el Cáucaso Norte, el Kremlin está preocupado porque el islamismo radical se pueda propagar a otras zonas de Rusia, hogar de unos 20 millones de musulmanes.