Los equipos de rescate seguían buscando ayer a las cuarenta personas que permanecían desaparecidas como consecuencia del terremoto que sacudió la isla indonesia de Java y que causó la muerte a al menos 35 personas y dejó heridas a más de cuatrocientas. «En total, 35 personas han muerto, 422 han re- sultado heridas y 40 siguen desaparecidas», indicó el responsable del gabinete de crisis del Ministerio indonesio de Salud, Rustam Pakaya. La mayoría de las víctimas mortales falleció al hundirse su vivienda, precisó a France Presse Priyadi Kardono, un portavoz de la agencia indonesia de gestión de catástrofes.

El seísmo, ocurrido a las 14.55 (09.55, hora de Euskal Herria), dañó cientos de edificios, que se desplomaron o quedaron dañados, en varias localidades del oeste de Java, como Cianjur, Sukabumi y Tasikmalaya. Unas 5.000 personas fueron evacuadas por las autoridades de las zonas afectadas, donde los daños a las propiedades son cuantiosos entre las casas derrumbadas, fachadas y muros agrie- tados, paredes de ladrillo derribadas y tejados hundidos.

El epicentro de este movimiento telúrico se localizó en el Océano Índico, cerca de la costa suroeste de Java, aproximadamente a 200 kilómetros al sur de Yakarta, la capital indonesia, y a una profundidad de 49 kilómetros. Su magnitud se estimó en primer lugar en 7,4 grados en la estala Richter, antes de ser evaluada en 7 grados por parte del Servicio Geológico de EEUU.

En Tasikmalaya, la mayor ciudad más próxima al epicentro, con unos 840.000 habitantes, se vivieron escenas de terror cuando las viviendas comenzaron a temblar y venirse abajo durante los caso 20 segundos que duró el terremoto, según relataron testigos. «Estamos atendiendo a niños y mujeres que sufrieron heridas graves cuando se derrumbaron sus casas», explicó un funcionario de Sanidad.

Según los datos preliminares recabados por el gabinete de crisis del Ministerio de Sanidad, once personas murieron en el distrito de Cianjur, seis en la ciudad de Bandung, otras tantas en la localidad de Banjar y una en Yakarta, mientras que el resto de las víctimas mortales se registraron en Tasikmalaya.

Treinta de los cuarenta desaparecidos fueron sepultados por los escombros de las casas derruidas en una aldea de la zona de Tasikmalaya.

Las autoridades temen que la situación sea aún peor en las poblaciones situadas a escasos kilómetros del epicentro, justo sobre la costa, como el pequeño puerto de Pelabuan Ratu, un conocido destino turístico.