Un nuevo intento por incorporar al mercado interior el cine negro que se hace hoy en día, con sus marcados rasgos de humor a lo Guy Ritchie o Quentin Tarantino, pero conservado unas señas de identidad cultural. «Agallas» se mueve en los escenarios del narcotráfico gallego, propicio para las historias sobre corrupción y rápido ascenso económico. Los debutantes Samuel Martín Mateos y Andrés Luque Pérez provienen del medio televisivo, por lo que conocen a fondo el reportaje televisivo y la investigación periodística en torno a este tipo de temas pegados a la actualidad. A partir de ahí, han desarrollado un duelo entre dos personajes prototípicos: el joven ambicioso que quiere ascender en la escala delictiva lo antes posible y el que ya está instalado en la cumbre. Sin embargo, el recién llegado acabará descubriendo que siempre hay alguien por encima del que se supone que es el jefe, y que llegar a lo alto implica una lucha aún mayor por mantenerse y no ceder al vértigo. Hugo Silva encarna al chico salido de la cárcel que busca trabajo en la empresa de productos del mar regentada por ese capo al que presta su perfil más duro Carmelo Gómez, ya que se siente atraído por el tren de vida que lleva dicho patrón, demasiado alto como para ser fruto de negocios legales. Para entrar en la trastienda el joven le hará ver que tiene agallas, a lo que el viejo responderá mostrándole sus escamas.