Jone Usoz Ortiz y Jose Miguel Lozano Obanos (*) Concejal y ex concejal del Ayuntamiento de Zangotza
El doble rasero de la Alcaldesa de Zangotza
A Pepe no se le pone ninguna esquela desde el Ayuntamiento, dejando a la vista la doble vara de medir aplicada por la alcaldesa
El pasado 30 de agosto tuvimos que despedir a nuestro querido amigo y vecino José Huarte Rípodas, Pepe. Si bien había logrado salir airoso de una reciente operación, una neumonía acabó con su vida a la edad de 64 años.
Para las gentes abertzales y de izquierdas de Sangüesa-Zangotza la pérdida de Pepe ha sido un trago duro, ya que Pepe es y será siempre un referente claro en la defensa de la cultura vasca y del pensamiento de izquierdas en nuestra localidad. No en vano fue el primer concejal abertzale que entró en el Ayuntamiento, en 1983, y compartió trabajo municipal con Javier del Castillo, Pilar Fanlo y otros. También fue socio fundador de Peña Batasuna, entidad que durante años trabajó en la defensa y divulgación del universo cultural euskaldun. Además, Pepe era una persona entrañable y de gran corazón, muy conocida por todo el mundo.
Al trago duro de la despedida hay que sumarle el golpe barriobajero e insultante que ha protagonizado el actual grupo de gobierno, encabezado por la alcaldesa Eskisabel Suescun. El golpe en cuestión ha sido el siguiente: este mismo verano falleció otro ex concejal de Sangüesa-Zangotza, Lázaro Landarech, que también sirvió a la localidad desde una agrupación política afín a la actual alcaldesa. Puesto que había sido concejal de la localidad, y ante su fallecimiento, el Ayuntamiento decidió ponerle una esquela, como homenaje y agradecimiento a su labor pública. De este modo, se creó un precedente para futuras actuaciones.
La sorpresa llega el domingo 30 al comprobar que a Pepe no se le pone ninguna esquela desde el Ayuntamiento, dejando a la vista la doble vara de medir aplicada por la alcaldesa. La familia se siente herida, cuando no insultada, por el diferente tratamiento que han recibido ambos ex concejales. En la calle también hay malestar: no se entiende por qué se ha tratado de diferente forma a ambos ex concejales y vecinos de Sangüesa-Zangotza.
Y la pregunta está en el aire, sin contestar, porque quien debe contestar no da la cara y guarda silencio. Al tiempo de escribir estas líneas (noche del 2 de septiembre), la alcaldesa todavía no se ha dignado a llamar a esta concejala y explicarle por qué, a pesar de haber realizado numerosas llamadas a su móvil desde el pasado 29 de agosto.
La alcaldesa guarda silencio ante esta concejala y ante la familia de Pepe, un silencio que habla por sí solo de arbitrariedad, de doble rasero, de miopía política en el fondo, porque en un municipio como Sangüesa-Zangotza, en la que nos conocemos todos, hay que ser muy obtuso para no ver al vecino y sólo ver la ideología o las siglas... Este escrito solicita romper ese silencio: por favor, Sra. alcaldesa, dígnese a contestar de forma pública y notoria, tal como lo haría un mandatario que dirige realmente las riendas de este Ayuntamiento, y deje de comportarse como una becaria en periodo de prácticas. Todos se lo agradeceríamos.
(*) También firman este escrito los ex concejales de Zangotza Patxi Urmeneta Gracia y Sergio Almarzegi Reta