El Ayuntamiento de Bilbo reclama a Gurokela casi 500.000 euros de deudas. De esa cantidad, 468.000 euros se deben al alquiler del matadero de Zorrotza del año pasado, que no fue abonado en mayo por esa sociedad, y otros 20.000 euros por el Impuesto de Actividades Económicas de 2005 y del año pasado. Gurokela se encuentra en suspensión de pagos y el próximo 26 de setiembre celebrará una junta de accionistas para intentar conseguir una ampliación de capital.

El sindicato agrario EHNE en diversas ocasiones ha criticado el «dumping» que Gurokela ha realizado en el sector ganadero vasco porque «ha tirado los precios, sabiendo que tenían ayudas desde la Administración vasca que centralizó la actividad de los mataderos».