Los hermanos Iker y Eneko Pou han logrado completar en escalada libre la cara oeste del Naranjo de Bulnes, un itinerario de 500 metros que han bautizado con el nombre de «Orbayu». Supone la culminación de un duro trabajo que comenzaron hace más de dos meses y que se convierte en una nueva aportación más de los gasteiztarras a la mítica pared asturiana.

Los Pou necesitaron unas ocho horas para encadenar todos los largos y proponen una graduación de 8c+/9a para la vía, lo que la convertiría en la línea más difícil del mundo en lo que se refiere a grandes paredes. Obviamente, ahora deberán ser otros escaladores los que confirmen o desmientan el nivel de dificultad propuesto.

La vía está formada por 17 largos divididos en dos sectores -o tres, según como se mire- que tienen que ver muy poco entre sí. La parte realmente complicada es la que se encuentra en los primeros 250-300 metros de la vía, con especial atención para los 30-40 metros que discurren por el desplome de la Bermeja. Cuatro largos nuevos se combinan con las seis de la vía «Mediterráneo» y tres de la «Rabada-Navarro», abiertos hace tiempo.

Según los propios protagonistas, el gran mérito de la actividad ha sido llevar «la alta dificultad de la escalada deportiva a una pared de montaña como la Oeste del Naranjo de Bulnes, donde el aseguramiento es muy precario -plomos, clavos falcados, micro fisureros, friends...- y las caídas potenciales pueden ser de hasta 20 ó 25 metros. Pero todavía más importante que todo esto ha sido el haber sido capaces de tener la visión, la creatividad y el ingenio para haber imaginado la línea».

«Orbayu» supone la quinta vía de dificultad que consiguen los hermanos Pou en el Picu Urriellu, un escenario que les gusta especialmente desde hace mucho tiempo, tras los logros obtenidos en el «Pilar del Cantábrico» (8a+/500 m.), en «Zunbeltz» (8b+, 500 m.), en el «Quinto Imperio» (8b/500 m.) y en «Lurgorri» (8c+, 250 m.).