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Sanz confirma su entente con el PSN y sabotea el amago de giro de Jiménez

El PSN inicia el penúltimo curso de la legislatura tratando de situarse en una posición equidistante entre UPN y Nafarroa Bai. Sin embargo, apenas unas horas después de que su líder, Roberto Jiménez, presentara esa «estrategia», Miguel Sanz destacó que no hay diferencias ideológicas entre ambos partidos, que «tengo una buena amistad con Jiménez» y que ni siquiera le importaría que gobernara el PSN.
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R.S. |

El anuncio del PSN de que quiere liderar un «bloque de progreso» no ha sido recibido con ninguna temor por UPN, a tenor de la entrevista de inicio de curso concedida ayer por el presidente del Gobierno navarro, Miguel Sanz, a ``Diario de Navarra''. Apenas unas horas después de que el líder del PSN, Roberto Jiménez, tratara de distanciar a su partido de UPN con un supuesto giro estratégico, Sanz afirmó que «cada días las diferencias estratégicas son menores, ya pueden decir lo que quieran». Dijo incluso que estaría dispuesto a firmar un acuerdo con el PSN para que gobernara el partido más votado. «Y creo que también lo haría la presidente de mi partido», añade en referencia a Yolanda Barcina.

Sanz se muestra seguro de que el PSN no buscará un gobierno alternativo con Nafarroa Bai, cuestión que ya negoció y finalmente descartó en verano de 2007. De hecho, el presidente navarro afirma que «me da la sensación de que el PSN se está dando cuenta del error que hubiese cometido si se hubiera consumado ese pacto», y cita como ejemplo las crisis municipales producidas en Barañain, Zizur Nagusia y otros ayuntamientos en los que sí hubo pactos PSN-NaBai.

Preguntado por si confía en el PSN, Miguel Sanz responde que «no tengo motivos para no confiar. En esta legislatura han estado colaborando en el impulso de los presupuestos, en las medidas anticrisis, y cuando se está en la oposición no es fácil ni sencillo hacer esfuerzos para aplicar medidas, en muchos casos, de carácter restrictivo, y quiero recordar los 150 millones de gasto que congelamos el año pasado en los presupuestos», detalla.

Sanz da por seguro que «la estabilidad hasta el final de la legislatura estará garantizada». El sábado, entre las iniciativas para esa supuesta conformación de un bloque de progreso Jiménez no incluyó que vaya a dejar de apoyar los presupuestos del Gobierno de UPN-CDN. Es algo que el PSN sí hizo en las segundas mitades de otras legislaturas no tan lejanas, como la de 1999-2003, cuando Juan José Lizarbe era el secretario general del partido. Aquella decisión permitió al PSN llegar a las elecciones con cierta imagen de oposición, si bien luego la ilegalización de la izquierda abertzale dio automáticamente la mayoría absoluta a UPN-CDN.

Electoralismo

La comparecencia de Jiménez tampoco ha sido recibida con mucha credibilidad por Nafarroa Bai. El presidente de EA en Nafarroa, Maiorga Ramírez, recordó inmediatamente que el PSN ha sido «el bastón» de UPN en toda la legislatura. Su homólogo de Aralar, Patxi Zabaleta, ya había vaticinado que el partido de Jiménez hará movimientos de lavado de cara en el último año de la legislatura, con el fin de tratar de llegar a las urnas en mejores condiciones.

Mientras tanto, Miguel Sanz se ha dedicado a facilitar la entente histórica entre UPN y PSN. Este objetivo subyacía en su decisión de romper el pacto con el PP, a quien el PSOE consideraba un socio poco deseable. Y también aparece tras el rechazo de UPN a la propuesta de coalición lanzada recientemente por CDN y que incluía como tercera pata al PP. «Formalizarla puede poner en una actitud menos favorable al PSN», cree Sanz.

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