Durante el pasado verano, las paredes de Ordesa han recibido dos nuevas aportaciones en forma de aperturas. Por allí se han dejado ver dos escaladores vascos: Mikel Saez de Urabain y Mikel Zabalza. Ambos, con diferentes compañeros y en diferentes paredes, han abierto sendas vías. Saez de Urabain, por ejemplo, daba forma con José María Andrés en el Libro Abierto a Los mononeurona, una vía de 350 metros y dificultades de 7a+/b. Zabalza, por su parte, trazaba una nueva ruta con Manu Córdova en la Fraucata: Los deberes (320 m, 7b y A2). Las dos obras, como se esperaba, no se han salido del guión que marca la seña de made in Ordesa. Y quisiéramos insistir en esto último, ya que hay quienes están exigiendo la prohibición del uso del taladro en dichas paredes.

Empezamos a desglosar el trabajo realizado por la cordada Saez de Urabain-Andrés. Tal y como nos adelanta el de Ordizia, la historia de la vía comenzó el año pasado: «Chemari ya tenía fichada la línea. Empezamos a trabajar y al tercer día, en el quinto largo, mi compañero tuvo un vuelo de 12 metros. Se hizo un esguince e improvisamos una retirada. Miramos una alternativa entre Misóginos y Somontano, abriendo tres largos. Terminamos la vía, pero no nos quedamos a gusto. Por eso hemos vuelto este verano, la hemos enderazado y, ahora sí, ha quedado muy bonita e interesante. Ése era nuestro objetivo: una línea directa, aunque hemos tenido que sortear varios techos. Creo que es una vía 5 estrellas. Los primeros repetidores, unos franceses, nos han felicitado por la vía. Eso me enorgullece».

La vía Los mononeurona consta de 9 tiradas y tiene una dificultad obligada de 6c/c+. Una ruta que la escalaron en tres días con dos vivacs y que se caracteriza en líneas generales por unas cuantas placas finas. Para este trabajo, la cordada sólo ha utilizado tres parabolts: uno en el tercer largo, otro en la reunión del quinto y uno más en la quinta tirada. Para su repetición, aconsejan llevar un juego de fisureros, dos juegos de microfriends y dos de friends hasta el número 4.

El propio escalador guipuzcoano nos señalaba que quizás alguna de esas tres expansiones podría sobrar, pero cree que en vez de quitarle carácter la dejan más interesante.

Con esta nueva apertura, Saez de Urabain cuenta ya con 4 nuevas vías en las paredes de Ordesa: Diedro rasta, Marraskillo, el Anillo de Harry Poter y esta última del Libro Abierto. A pesar de que ya lleva un buen puñado de años abriendo y escalando en el valle, Saez de Urabain adelanta que la apertura de esta ruta le ha llenado como nunca: «No es una vía con unas dificultades técnicas muy grandes, pero, en calidad, es muy buena. La hemos abierto con la filosofía de siempre, respetando la ética de Ordesa. En esta ocasión, a diferencia de otros proyectos, el objetivo no era una conquista, sino abrir una buena vía. Tiene placas finas, alguna travesía de techo, roca muy buena... Me ha llenado un montón».

Tras hablar de los pormenores de esta nueva apertura, cómo no, tenemos que pedir al de Ordizia su opinión acerca de la polémica abierta por Jesús Vallés, quien exige a los gestores del Parque de Ordesa así como al consejero de Medio Ambiente de Aragón la prohibición del uso del taladro en las paredes del valle. Una iniciativa que cuenta con el apoyo de ilustres escaladores como Ursi Abajo, Ángel Cintero o Fernando Orús.

Saez de Urabain responde de esta forma: «Para empezar, está bien que haya crítica. Pero eso no significa que estemos de acuerdo con la petición de prohibición. La nuestra no es una tecnovía, y además la abrimos desde abajo. Esto es una cuestión de evolución, siempre con ética y haciendo lo posible para abrir vías que atraigan. Esto de abrir es una obra, e intentamos que el resultado sea guapo. Los primeros repetidores nos han felicitado, y eso creemos que dice algo».

Los deberes

La segunda apertura lleva el sello de Manu Córdova y Mikel Zabalza. Esta cordada, en cambio, ha dejado su firma en la Fraucata y su obra lleva por nombre Los deberes. Se trata de una línea de 320 metros y dificultades de hasta 7b (7a obligado) y un techo de A2 que todavía no ha sido liberado y que puede andar por el 7c en libre.

Según nos comenta Zabalza, esta vía tiene una tentativa anterior: «Me metí por primera vez con Adrián Legarra en julio de hace dos años. Superamos los dos primeros largos comunes con la Anglada-Cerdá-Eli, y comenzamos nuestra aventura. En un muro incierto de 70 metros, Adrián tuvo un vuelo de 25 metros y me dijo que no volvía por allí».

Pero Zabalza seguía con ganas, y para el proyecto ficha a Córdova. El aragonés resuelve la tirada que quedó a medias, y la gradúa de 7a comprometido. «El siguiente largo es todavía más incierto, y de nuevo Manu lo saca y propone 7b. Otro de los largos duros es el techo de A2. Al final, el pasado 26 de julio y en 10 horas de escalada completamos la vía. Vía dura, con 6 largos desplomados; todo un regalo para los amantes del vacío», concluye el iruindarra.

En total, la ruta tiene 9 parabolts; 3 en largos y 6 en reuniones, y están instalados con taladro. Aconsejan llevar friends hasta el 4 (0,5, 0,75, 1 y 2 repetidos), un juego de micros, fisureros y un gancho para el cuarto largo.

Cómo no, Zabalza también se moja y nos ofrece su opinión acerca de la petición: «Respecto a Jesús Vallés poco hay que decir, ya que está todo dicho. Sólo reiterar que la información que él maneja es errónea, ya que ninguna vía de Ordesa se ha abierto de arriba y en ninguna hay ríos de parabolts. Somos pocos los que hemos usado el taladro en Ordesa, y creo que lo hemos hecho con la máxima cautela. No cabe duda que es una herramienta peligrosa, pero no hay ninguna razón para alarmarse. En Ordesa se colocan muy pocos expansivos en las vías modernas, muchos menos de los que se colocaban a golpe de martillo en las vías antiguas de dificultad: Zaratustra, Divina Comedia...»

Al igual que su tocayo, Zabalza sabe de lo que habla, y es que el escalador navarro ha participado en la apertura de nada más y nada menos que 16 rutas en el valle.

«Sólo he usado el taladro en cuatro de mis aperturas, que precisamente son las más comprometidas. La actitud de Vallés me parece patética y despreciable, ya que pone en peligro la escalada libre en el valle, y crea una polémica que no debiera existir. Lo único que va a conseguir con sus reiteradas cartas es que las autoridades (que ni saben ni se interesan por la escalada) nos prohíban escalar en Ordesa», añade Zabalza.