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Primera jornada de La Concha

Cinco segundos de renta para Kaiku en una regata sublime

Todos queríamos espectáculo, y tuvimos espectáculo. La primera jornada de la Bandera masculina de La Concha no defraudó a nadie. Buen tiempo, mejor ambiente y una regata de las que hacen época. Emoción a raudales en una edición que va cogiendo el color verde de Kaiku.

Asier AIESTARAN

La «Bizkaitarra» de Kaiku y la «Marinera» de Castro, las dos grandes dominadoras de la temporada, partían como favoritas para imponerse en la primera jornada de las regatas de la Concha, y lo cierto es que ninguna de las dos se arrugó ante semejante reto. Tras una tanda disputadísima, los de Sestao llegaron primero a las balizas de tierra y cuentan con una renta de cinco segundos respecto a la embarcación cántabra de cara a la segunda y decisiva jornada.

Cinco segundos que, según cómo se mire, pueden ser poquita cosa o pueden suponer todo un mundo. Lo que está claro es que siempre es preferible tener la ventaja a favor y que ese colchón coloca a Kaiku como el gran favorito para llevar la bandera más importante del año a tierras vizcainas 24 años después de que la «Sotera» de Santurtzi ganara por última vez en la bahía donostiarra.

José Luis Korta, que está más cerca de su decimoquinta victoria en La Concha, volvió a apostar por la tripulación que, cambio arriba cambio abajo, tantas alegrías le ha dado esta temporada ganando los Campeonatos de Bizkaia, de Euskadi y de España y marcando el mejor tiempo con diferencia en la clasificatoria del jueves pasado.

La cuadrilla que remó ayer fue la siguiente: Miguel Ángel Ruiz, Benito David San Martín, Javier Pérez, Óscar Andrés Medina, Federico Steindl, Aitzol Arrizabalaga, José Luciano Prego, Iñaki Errasti, Leandro Salvagno, Gentza Iraitz Zubiri, Ángel María Rodríguez, Iker Pascual y Óscar Gómez, con Asier Zurinaga de patrón.

Como no podía ser de otra manera, un nutrido grupo de aficionados esperaba a la «Bizkaitarra» en la rampa del puerto para felicitar a la trainera ganadora. Una afición que, ayudado por los buenos resultados, vuelve a aparecer en las grandes citas del remo y que sueña ya con repetir los tres títulos consecutivos cosechados en los años 1980, 1981 y 1982.

Capacidad de sufrimiento

Además de las victorias, lo que engrandece todavía más a Kaiku es el modo de conseguirlas. Al igual que hizo en el Campeonato de España disputado en Vilaxoán, donde superó a Pedreña tras ir toda la regata por detrás, los vizcainos supieron sufrir y mantener la cabeza fría cuando Castro más apretó y cuando su retraso rondaba los cinco segundos mediada la regata.

La «Bizkaitarra» supo aprovechar la mala ciaboga de Castro, que se abrió demasiado perdiendo un par de segundos como mínimo, y Asier Zurinaga acertó de lleno metiéndose descaradamente en la imaginaria calle cinco para intentar aprovechar la ligera ola producida por el viento del noreste. Sirva como dato que Kaiku, San Pedro y Donostia fueron las únicas que marcaron mejor tiempo en el segundo largo, con el viento a favor, que en el primero, con el viento en contra.

El propio Zurinaga alabó, tras terminar la regata, el trabajo de los suyos aunque estaba muy lejos de conformarse: «Creo que hemos pagado la novatada. Nos hemos quedado muy pronto sin referencias y la banda de babor no dejaba de mirar a los lados. Ya se sabe, la cabra tira al monte. Este equipo es una gozada, hay que ver el hambre de victorias que tienen, pero tenemos que corregir los errores que hayamos cometido. Siempre hay un margen de mejora».

Una vez metidos en la bahía, las diferencias se estabilizaron y el reloj decretó una diferencia exacta de 5.44 segundos entre Kaiku y Castro. Una cifra que conviene tener muy en cuenta, ya que los cántabros saldrán a echar el resto el próximo domingo para intentar dar la vuelta a la situación.

«En el largo de ida nos hemos encontrado muy bien, hemos remado a gusto y hemos logrado sacar unos segundos a Kaiku. Pero la ciaboga no ha sido buena, nos hemos abierto demasiado, y aunque hemos intentado pegar otro tirón en lo que sería el tercer largo de regata, no hemos conseguido abrir hueco. Ellos han cogido ventaja, la bandera se nos ha puesto difícil, pero nosotros estamos ahí, habrá que ver el estado de la mar, y todavía pueden pasar muchas cosas», se encargó de recordar Joseba Fernández.

Para los interesados, la tripulación de Castro estuvo formada por Antonio Miguel Montenegro, Iurgi Iruretagoiena, Joseba Fernández, Jon Elortegi, Aitor Dorronsoro, Alexander Esteban, Xabier Etxebeste, José Antonio Acebal, Pedro Laza, Jon Iriondo, Javier Vilariño, Sergio Montenegro y José Ángel Cambados, con Iker Gimeno de patrón.

Alegrías y decepciones

Entre el resto de participantes, hubo de todo. Las mejores noticias llegaron por parte de San Pedro y Hondarribia. Los morados volvieron a demostrar que, con el mar en tranquilidad, tienen un potencial impresionante. Estar metido en regata desde el principio hasta el final cuando dos gallos como Kaiku y Castro se retan cara a cara tiene un gran mérito. Los de Aitor Balda no perdieron la cabeza cuando las diferencias empezaron a crecer en los últimos metros del primer largo y, perfectamente patroneados por Gaizka Garmendia, fueron capaces de recortar cuatro segundos a la «Marinera» en el largo de vuelta. Aunque los 10 segundos perdidos respecto a Kaiku ponen la bandera muy difícil para los sanpedrotarras, no queda más que quitarse el sombrero ante la regata que cuajaron ayer.

Hondarribia, por su parte, cumplió con solvencia los dos objetivos que se había propuesto: ganar la primera tanda y estar entre las cuatro mejores el próximo domingo. Olvidándose de la maldición de la primera calle, los de Orbañanos protagonizaron un bonito duelo con Pedreña desde el principio y, tras marcar el mismo tiempo en la maniobra, sacaron siete segundos en el largo de vuelta.

Las decepciones llegaron por parte de Urdaibai, que no pudo dar continuidad a la magnífica impresión causada el jueves perdiendo casi 30 segundos respecto al ganador, y Orio, que se descolgó desde el inicio de la regata y acabó perdiendo todas las opciones de, como mal menor, entrar en la tanda de honor. La deportividad mostrada por ambas escuadras aceptando el duro revés y felicitando al ganador es digna de mención.

La Donostiarra, por último, anduvo en sus registros habituales, aunque no pudo entrar a menos de un minuto del ganador, el objetivo que había marcado el preparador José Ramón Mendizabal a sus pupilos.

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