SEGUNDA La Real enlazó su tercer partido sin ganar
La paciencia, el mejor remedio para no caer en la desilusión
El Murcia se dedicó en el segundo tiempo a cortar el ritmo de una Real mejor tras el descanso, pero sin capacidad de crear ocasiones. Lizondo Cortés debió dejar a los pimentoneros con diez en el minuto 52.
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Joseba ITURRIA | DONOSTIA
La Real afrontaba su primera semana de competición oficial con el deseo de confirmar la ilusión generada en la pretemporada de manera artificial -por que lo único que puede ilusionar en el verano es disfrutar de las vacaciones- y los dos empates y la derrota en la Copa ante el Rayo han dejado un poso de desilusión en una afición que comenzaba la temporada con mucho optimismo y muchas nuevas camisetas del Centenario en las gradas de Anoeta.
Pero el fútbol tiene sus normas y sus ritmos y el proyecto iniciado este verano por la Real requiere una dosis de paciencia. Y no tanto porque se haya subido al primer equipo a jugadores del filial. No juegan y sólo uno ha entrado en las convocatorias. Los otros dos, ni en la Copa, ni aunque en su puesto no haya nadie para el banquillo. Hace falta paciencia porque se apostó por un técnico que necesitará tiempo para hacerse a la ciudad, el equipo y la categoría y con él han venido dos jugadores del perfil que no deben ficharse.
Hacer un equipo necesita siempre un proceso de adaptación que se complica en la medida en que los protagonistas principales -el entrenador y los fichajes- deban adaptarse a un fútbol muy distinto al que conocen. Lasarte y la Real necesitarán tiempo y hay que dárselo.
Ayer se encadenó el tercer partido de competición oficial sin ganar y lo mejor es no inquietarse en exceso. La Real necesitará partidos para ser el equipo que defienda y ataque como quiera su entrenador, pero lo más preocupante no son los resultados. Dos empates no son para dramatizar. Además, la eliminación en la Copa hay que darla casi por buena porque si Lasarte sólo confía en quince jugadores -y dos de ellos tienen su confianza porque no le queda más remedio que dársela por ser quien los ha fichado-, es mejor jugar sólo un partido cada semana para centrar todas las energías en el único objetivo.
Eso es lo más preocupante de la primera semana de competición. Los jugadores subidos al primer equipo del Sanse no cuentan. Sólo Griezmann se ha ganado unos minutos con su gran pretemporada. El caso más flagrante es el de Viguera, un jugador que tiene tanta calidad como necesidad de asentarse mentalmente para ser un buen jugador. No hizo méritos el año pasado para que se le subiera al primer equipo a todos los efectos, menos a su edad, pero debió jugar ayer la última media hora porque Bueno pedía el cambio a gritos. Un equipo no puede afrontar un partido en casa sin un delantero en el banquillo.
Un solo cambio
Porque el equipo necesitaba aire fresco, y mucho, en la parte final del encuentro y la entrada de Griezmann en lugar de un Johnatan que empezó bien, cuando peor jugaba su equipo, fue la única sustitución que introdujo Martín Lasarte.
Si uno de los objetivos de la llegada del técnico era conseguir que su equipo jugara con mayor intensidad y agresividad, es necesario jugar con catorce jugadores en partidos como el de ayer. Y eso que lo mejor de esta primera semana es que el equipo físicamente está bien, mejor que todos sus rivales en las segundas partes.
Como el miércoles ante el Rayo, la Real estuvo plana en el primer tiempo y mejoró sensiblemente en el segundo, pero se encontró con un Murcia que contó con la colaboración de un pésimo Lizondo Cortés para cortar el juego y perder tiempo de manera descarada. Porque además a la Real, como el año pasado, no le acompañan los arbitrajes. Óscar Sánchez tuvo que irse a la calle en el minuto 52 en una acción que no admite discusión. Xabi Prieto lo dejó sentado con un regate y desde el suelo levantó el pie sin posibilidad de jugar el balón y con la única intención de derribar al donostiarra.
El partido habría cambiado mucho si se juega contra diez porque el Murcia bajó físicamente en el segundo tiempo y eso se habría agudizado, pero Lizondo Cortés se agarró a una regla de un mal árbitro como él, porque en el reglamento no pone que no se pueden sacar dos amarillas a un jugador en un minuto si se las merece. También debió expulsar a Bruno por desplazar un balón tras señalar una falta para impedir que la sacara rápido la Real.
Esas acciones debieron ser castigadas y probablemente habrían cambiado el partido en un segundo tiempo en el que el Murcia se veía superado en todas las facetas al mejorar la Real tras encomendarse a Xabi Prieto, que fue la referencia que buscaban sus compañeros.
Pero el Murcia acabó con once y el donostiarra solo no puede ganar los partidos. Su buen partido, bien apoyado por Estrada, y la mejoría del equipo en el segundo tiempo apenas se tradujo en dos remates de Elustondo y Mikel González en segundas jugadas tras saques de esquina.
Porque la ocasión más clara del encuentro la tuvo Capdevila en ese segundo tiempo y encontró una gran respuesta en Riesgo. Otra de las decisiones sorprendentes de esta semana porque si el debarra iba a ser el recambio de Bravo que iba a elegir Lasarte cuando se vaya con su selección, el cedido no debía ser Toño Ramírez. Resulta que nadie apostaría un euro a que el debarra seguirá en la Real el año que viene, todo el mundo asume que Bravo quiere irse a final de temporada si consigue destacar en el Mundial, y el portero en el que se confiaba para ser el titular de esta temporada y que está llamado a serlo a la fuerza el año próximo pasa a ser el tercero del escalafón, con lo que eso significa en su progresión.
Un mal primer tiempo
El Murcia no sólo tuvo la mejor ocasión del segundo tiempo, también estuvo mejor en el primero. Los murcianos llegaron con más facilidad al área de Riesgo y enviaron un balón al poste en un disparo lejano de Albiol. Antes Capdevila pudo aprovechar un error de Mikel González. Fueron unos veinte minutos malos de la Real, que pudo equilibrar el partido en la parte final del primer tiempo, pero sin crear la más mínima ocasión de peligro.
Por eso se puede decir que la Real no hizo muchos méritos para ganar, pero el Murcia no mereció ni el empate que consiguió de manera triste. En cuanto vio que su rival le superaba con nitidez tras el descanso, recurrió a todo tipo de artimañas con el consentimiento de Lizondo Cortés para impedir que se jugara. Y eso que un punto no es tanto botín, máximo tras perder en su primer partido en casa.
Pero esa forma de jugar, la salida al campo de un buen pelotero como Mario Rosas en lugar de un delantero para recuperar más posesión de balón y la falta de frescura de la Real en la parte final del encuentro se unieron para que al final se llegara con un triste empate sin goles. En ese sentido se echó de menos a jugadores como Zurutuza y, sobre todo a Aranburu y Nsue, que es el mejor fichaje de este verano y que está llamado a ser indiscutible en esta Real salvo que Johnatan y Bueno rindan a un mejor nivel.
En ese sentido la Real debería hacer una gestión ante la Federación Española y hablar directamente con el seleccionador español sub'21. El balear fue llamado como sustituto de Bojan y no jugó el sábado ni pudo hacerlo ayer. Hay bastantes jugadores en Primera menores de 21 años para ser convocados sin perjudicar de esa manera a un club de Segunda que va a necesitar del mallorquinista como si fuese de otra galaxia.
Y es que la plantilla de la Real y la utilización que parece que puede hacer de ella Martín Lasarte va a necesitar que el técnico uruguayo tenga disponibles a una quincena de jugadores básicos toda la temporada. La Real no necesitó de más para ganar sus dos Ligas, pero en una temporada tan larga conviene confiar más en todos. Claro que eso no cuestión sólo del entrenador, también los que no han entrado en sus planes deben hacer más en Zubieta para convencerle.
El técnico realista, Martín Lasarte, señaló que «no seríamos un buen equipo si la ansiedad pasa factura en tres partidos. El Murcia festeja un punto como si fuera un triunfo. Hay muchos equipos que quieren subir, el Betis ha perdido, y a nosotros se nos pide una cosa y con la ansiedad no se puede ganar, hay que tener tranquilidad. Esto no es un sprint de 100 metros, sino una carrera de 40 jornadas. El punto de Las Palmas si ganamos hoy, pero hay que seguir sumando y mejorando muchas cosas».
«Somos un equipo inocente, tenemos que mejorar en eso, tener más madurez. Traducir la intensidad con la que jugamos hoy en más claridad y calidad. Mikel Aranburu está mucho más cerca y eso nos da mucha confianza, también recuperaremos a Emilio, que no estuvo hoy. Tenemos herramientas para darle al equipo intensidad sin perder lo otro».
Así en su análisis señalaba que «a diferencia de otros partidos, tuvimos más intensidad y menos claridad y calidad. La primera parte fue equilibrada, hubo diez minutos en los que estuvieron mejor con balón, pero en la segunda parte llevamos el peso del partido e hicimos todo lo posible dentro de nuestras herramientas para ganar».
José Miguel Campos, técnico murciano, señaló que «puntuar en este estadio siempre es positivo. Hemos manejado bien el partido, sobre todo en la primera parte, pero nos ha faltado más acierto. En la segunda parte aguantamos su empuje, no han tenido opciones y en una contra pudimos ganar».
J. ITURRIA
Los clubes de fútbol base de Gipuzkoa recibieron un homenaje en Anoeta. Los presidentes de cada club recogieron en el palco la bandera del Centenario y un jugador de cada club saltó al campo con su camiseta y se fotografió con el equipo realista.
La Real cumple hoy cien años y para festejarlo a la mañana se presentará el sello conmemorativo, a las 13.30 se izará la bandera del Centenario en todos los ayuntamientos y habrá una recepción en la Diputación y los jugadores realistas desplegarán esa misma bandera desde su balcón. A las siete se inaugurará el nuevo Museo y a las ocho en Anoeta se celebrará el acto institucional con homenaje al mejor once de la historia de la Real votado por los aficionados.