El visitante que acuda a la exposición «Lur azalean- A ras de tierra» de Juan Sagastizabal, que se encuentra en la Sala de la Cultura Ignacio Aldecoa, puede tener una sensación contrapuesta. De lejos, el conjunto de obras bien podría parecer una serie de microfotografías de insectos reproducidas a gran tamaño. Sin embargo, al acercarse a cualquiera de las 57 obras que forman la muestra, se observa que se tratan de pinturas, en las que el artista ha empleado las técnicas de óleo, acuarela o témpera. El tema, de la misma manera que ya lo fue en el anterior trabajo de Sagastizabal, se centra en los los pequeños y delicados insectos.

La exposición, que estará visible hasta el 20 de octubre, se puede tomar, por tanto, como una segunda parte del autor. En este caso, en cambio, «aparecen en su entorno vegetal, lo que se traduce en estructuras más densas y complejas que abarrotan el espacio pictórico, dándole un aspecto casi abstracto en una primera mirada, a lo que contribuye el tamaño, casi siempre mayor que el natural», relató el propio Sagastizabal. La intención transmisora de la primera serie, con los bichos pintados con lupa en el taller, que parecía conformar retratos o bodegones, «se ha transformado en una mirada que subraya la interconexión del insecto con su entorno, una mirada que puede ser calificada como ecológica», aseguró el artista.

Los 57 cuadros que tienen como soporte el papel, la madera y el lienzo, tienen una composición variable entre 41 x 41 cms y 100 x 70. En ellos, predominan los colores propios de la naturaleza, con unos verdes muy intensos que llaman la atención. En la obras que componen la muestra, el autor ha alterado las proporciones de pequeños insectos como escarabajos, mariposas y saltamontes, llenando el espacio pictórico y convirtiendo cada obra en un juego visual. Su repartición por la sala se ha llevado en cabo en conjuntos muralísticos diferenciados. Esta exposición se enmarca en la programación del Proyecto Amarika.