Martxelo Díaz Periodista
Matanzas y pucherazos
Si alguien todavía se creía que la ocupación de estadounidenses y de otros occidentales de Afganistán tenía como objetivo llevar la democracia a ese país y no intereses geoestratégicos y económicos, esta semana se habrá caído del guindo.
Por un lado, se ha confirmado el pucherazo que ha preparado Hamid Karzai, que, por si alguien lo ha olvidado, es el hombre de los estadounidenses en Afganistán, la persona que habían designado para que gobernase el país. O al menos la parte del país que controlan las tropas extranjeras.
El pucherazo ha sido de los de antología y hasta la ONU ha denunciado las irregularidades de Karzai, que se han confirmado a medida que avanzaba el recuento, como si respondiera a un guión previamente establecido.
Pero si esto ya fuera poco para desacreditar eso que las potencias occidentales llaman democracia ante los escépticos afganos, la última matanza de civiles perpetrada por fuerzas de la OTAN, en esta ocasión alemanas, con la excusa de combatir a los talibán, ha sido el colofón.
Salvando las distancias, habrá quien también pretenderá recurrir a la defensa de la democracia para justificar la prohibición del referéndum sobre la independencia de Catalunya el domingo en Arenys de Munt por parte de los mismos jueces que han autorizado que Falange pueda manifestarse ese mismo día. Serán los mismos a los que no sorprenderá que el abogado del Estado que recurrió ante los tribunales la organización de la consulta popular -el ejemplo más claro de democracia-, Jorge Buxadé, haya sido candidato de Falange, de la misma Falange a la que los jueces sí han permitido salir a la calle en nombre de la democracia. Buxadé, además, ha mostrado su apoyo a Peones Negros, cuya única labor ha sido contribuir a difundir la teoría de la conspiración en el 11-M.
También habrá quien recurra a la sacrosanta democracia para tratar de justificar la enésima prohibición en Euskal Herria, la del acto por los presos el domingo en Donostia. Si es que esa democracia que defienden apesta.