Al final, las pelotas de su otrora queridísima Ertzaintza les van a rebotar a los del PNV. Ya lo verán.

Por de pronto les llueven críticas como chuzos por decir que Ares y los chicos de Rudolf se han pasado el verano «calentando» las fiestas y que al final ha pasado lo que ha pasado. ¡Miren cómo se han puesto!

Ayer en «El Semanal Digital», Alfredo Casquero les zurraba de lo lindo porque, aseguraba, «los nacionalistas vascos, denominados por la prensa cabizbaja `moderados', han puesto el grito en el monte Gorbea. Por primera vez en muchos años en la Comunidad autónoma vasca se persigue con todos los elementos que permite la ley a la banda comunista. Por primera vez se retiran fotos de perros etarras de las calles vascas, se limpian de peludos y sucios borrokas las calles, y se detiene a los animales que vuelcan contenedores, rompen escaparates y siembran el miedo en una ya de por sí miedosa sociedad vasca. Pero el PNV no puede consentir que a los chicos de la gasolina se les dé con la ley. Ellos prefieren el silencio. Prefieren mirar al mar, jugar al tute, a la pelota vasca, antes de reconocer que la lucha callejera forma parte de ETA como la indignidad también de sus años de gobierno». Pues si Euskal Herria es un sitio lleno de gente sucia, perros etarras, peludos, animales y miedosos, ¿por qué demontre no nos dejan largarnos y dejarles en paz?

El tal Casquero insiste en responsabilizar al PNV de casi todo. Por acción u omisión: «Lo ocurrido en Lequeitio lleva sucediendo muchos años, señor Erkoreka, tantos o más que los años del PNV en el Gobierno. Sucede que antes no prestaban atención a esta algarabía juvenil y graciosa de los chicos de ETA. Antes no reparaban en que cada foto en la calle era un insulto a las víctimas, porque a ustedes las víctimas les traen al pairo. No es sólo ambigüedad lo suyo. Quien no está contra ETA está con ella, porque no es moralmente aceptable mirar a otro lado». A eso, cuando yo estudiaba filosofía le decían maniqueísmo.

Y, para que quede claro, concluye: «Usted, señor Erkoreka, y su partido, no sólo no han hecho todo lo que estaba en sus manos contra la banda mafiosa, sino, lo que es peor, muchas de sus actuaciones a lo largo de estos vergonzosos años han favorecido, o encubierto a ETA o su entorno». Pues sí, da la impresión de que pretende zurrarle al PNV.